La Arquidiócesis de Puebla confirmó la muerte del párroco de 67 años, cuyos restos aparecieron en una de las zonas de mayor robo y tráfico de combustible en ducto de Pemex.
“Le pedimos a Dios Nuestro Señor que lo reciba con misericordia y fortalezca en estos momentos a sus seres queridos”.
El sacerdote fue visto por última vez al salir de su hogar en la localidad de San Hipólito Xochiltenango, municipio de Tepeaca.

Su desaparición se reportó el 16 de abril. El vicario episcopal, Lázaro Sánchez González, también lamentó el fallecimiento del sacerdote poblano.
Autoridades del estado aún no detallan cómo encontraron el cadáver del padre en la zona del Triángulo Rojo.
Esta misma semana fue asesinado Rubén Alcántara, padre de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en Cuautitlán Izcalli, fue asesinado dentro del templo durante la noche del miércoles pasado por un sujeto que ingresó y lo atacó en al menos dos ocasiones con un cuchillo.
Al menos 23 sacerdotes han sido asesinados en México desde 2012, según recuentos de organizaciones religiosas.
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