Chilladera en la ASF; pura corruptela

Gerardo Lozano Dubernard, auditor de Cumplimiento Financiero en la Auditoría Superior de la Federación (ASF), incurre en el mismo delito por el que despidieron a la funcionaria que detectó la "Estafa Maestra".
- en Opinión

Cuando David Colmenares Páramo, con amplia mayoría en la Cámara de Diputados asumió la Auditoría Superior de la Federación, el grupo formado por el exauditor Juan Manuel Portal, intentó alzar alambradas de púas en torno de sus pequeños feudos.

El caso más notable fue el de la señora Muna Dora Buchahin, quien había montado una estructura paralela en beneficio de sus empresas y con aprovechamiento  de la información recolectada dentro de su área de responsabilidad en la ASF y por eso fue cesada. Tras su despido urdió una trama inverosímil: la habían cesado porque sus pesquisas llevaban al pantano de la corrupción gubernamental demostrada (mediáticamente) en la “estafa maestra”.

Sin embargo, la verdad fue otra: un tramado de relaciones personales en servicios profesionales, con base en la información obtenida mediante las auditorías de la ASF, a lo largo de varios lustros en los cuales el equipo de Portal se adueñó de la auditoría. Un caso típico de patrimonialismo institucional.

La auditoría soy yo, decía Portal y sus allegados coreaban.

Así quedó documentado en versiones periodísticas:

“ (La Jornada)… el auditor (DCP) hizo algunas afirmaciones que parecían estar relacionadas con la controversia generada por el despido de Buchahin y las acusaciones de Juan Manuel Portal”.

“He detectado redes de corrupción y siempre limpiar la casa te cuesta. Siempre hay alguien que piensa que está en lo correcto y que la casa es de ellos porque estuvieron ahí 15 años”, indicó Colmenares.

“De igual forma, en otro momento de su participación, afirmó que la ASF  ‘no se está desmantelando, sino lo contrario’…”

Otros medios lo dieron a conocer así:

“…(LDD).- Muna Dora Buchahin, directora general de Auditoría Forense de la Auditoría Superior de la Federación, denunció que fue separada de su cargo por la documentación de desvíos importantes de recursos en distintas dependencias gubernamentales”.

“En una misiva dirigida al titular de la dependencia, David Rogelio Colmenares Páramo, señala que desde el 23 de mayo se le avisó de su despido”.

“Buchahin manifestó que el hecho le sorprendió, pues ella cuenta con 13 años de experiencia ininterrumpida en su labor, misma que no siempre fue reconocida y valorada”.

“Tanto la forma y las condiciones de la solicitud, como el fondo del asunto, me parecen tan sorpresivas como improcedentes, aseveró la auditora”.

“Muna Dora Buchahin solicitó a Gerardo Lozano Durbernard, Auditor Especial de Cumplimiento Financiero (AECF), conocer con precisión las causas de su despido; señalando que su integridad podría estar en peligro, pues durante su gestión realizó investigaciones que afectan intereses”.

Posteriormente el exauditor inició una embestida contra Colmenares, en la cual la siempre oportuna prensa militante lo auxilió de manera sobrada. El patrimonialismo en todo su esplendor.

“El viernes primero de junio, la doctora Muna Dora Buchahin Abulhosn, quien estaba al frente de la Dirección General de la Auditoría Forense de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y sacó a la luz los esquemas de desvío de recursos públicos conocidos como ‘La Estafa Maestra’, fue despedida”, decían en el principio de una nueva y oportunista canonización, cuyo curso se monta en la ola electoral, como todo en estos momentos.

Pero Portal desenrolló un viejo petate en el cual habían enrollado a un muerto:

“…el exauditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, aseguró  que su actual  titular está ‘desmantelando’  la dependencia con despidos injustificados”.

“Recordó que despidió a David Rogelio Colmenares, quien ahora ocupa su cargo, debido al ‘incumplimiento de sus responsabilidades’ y al ‘retraso en el trabajo que se llevaba en el área’ a su cargo”.

“Portal señaló que encontró algunas omisiones ‘delicadas’ cuando Colmenares se desempeñaba como Auditor Especial del Gasto Federalizado, por lo que decidió pedirle su renuncia en 2014.

El pasado mes de marzo, la Cámara de Diputados nombró a Colmenares como el nuevo Auditor Superior.

“—Sé que debe haber quedado muy dolido (por su despido) y no he querido hacer ninguna declaración; yo me he mantenido al margen del desarrollo actual de la ASF; sin embargo, me preocupa que la están desmantelando…”

—“Además, indicó que ha habido despidos masivos “en todos los primeros niveles. De los auditores especiales, no queda ninguno, y van varios directores generales”.

“No sé qué van a hacer, no sé cómo van a cumplir el programa, no sé qué cuentas van a entregar con gente nueva que no sabe lo que se tiene que hacer, agregó”.

Más allá de la escandalera en este asunto quedan varias cosas en claro: la prolongada permanencia de un funcionario en una responsabilidad genera quistes.

Hay una especie de apropiación de las estructuras y poco a poco el burócrata se siente dueño no sólo de su espacio sino de todo el espacio. Quita, pone, coloca y se enraíza.

Con el tiempo se siente indispensable; al poco tiempo se considera dueño y más tarde, cuando llega la nueva realidad, se cree Dios.

Y la verdad duele.

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