Las limitaciones de @M_OlgaSCordero

Uno día sí y otro también el desencuentro entre el gabinete de transición, diputados y senadores está generando reacciones, muchas de ellas magnificadas por los grandes intereses que- según se ha dicho- habría de afectar. Hay casos verdaderamente bochornosos como el protagonizado por @M_OlgaSCordero quien no dudo de su buen fe, pero me sorprende su ignorancia en temas básicos como el de los medios públicos que puso al descubierto mi querida colega y amiga @soyirenelevy, que nunca debió haber pasado.

Y el problema no reside en ese yerro, sino seguramente en muchos otros que permanecieron en la otrora importante Secretaría de Gobernación, de lo que ahora es sólo una pálida sombra. Se le debió explicar a la señora qué son los medios públicos, para qué sirven, etcétera. Eso equivale a explicarle a alguien que la tierra es redonda. No hay duda que se han tenido a muchos titulares de Gobernación con acotaciones cognitivas, pero se había tenido el cuidado de no mostrarlos de manera pública. Me queda claro que la figura de @M_OlgaSCordero es más bien decorativa y sus alcances en la toma de decisiones son restringidos. Eso lo sabemos todos.

Pero como diría el clásico la forma es fondo. Y nadie, de casa, salió en su defensa (asesorándola o pidiendo que no externara sus conspicuas palabras) dejándola sola ante el implacable tribunal de la opinión pública, con una artesanal política de estímulo-respuesta para exhibirla por completo. Vamos, definió “proveer” como “apoyar decididamente” a los medios públicos”.

Por favor, se debió haber quedado callada y no dar salida a su incontinencia verbal que como dice una cosa dice otra hundiéndose cada más en la percepción de la opinión pública, de muchos morenistas, además de los detractores de AMLO de siempre. ¿Por qué la dejaron sola con su alma? Porque rechazó en una reunión interna renunciar a su jugosa pensión como ministra en retiro y será la secretaria que gane mucho más que incluso Enrique Peña Nieto. Porque públicamente declaro como “inadmisible” la reducción de los cuantiosos ingresos de los Ministros de la Corte a contrapelo de las declaraciones de todo el equipo. Eso dejó, por ahora, en suspenso lo de las pensiones de privilegio de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia.

La salida de la señora sería una oportunidad para seguir el proyecto de no más privilegios que tiene consenso interno y externo. ¿Alguien cree que es “inadmisible” que los ministros de la Corte pasen de 600 mil pesos mensuales, dicho sea de paso, los más caros del mundo proporcionalmente? ¿Creen que los miembros del gabinete electo y la sociedad – casi toda- estén de acuerdo que los ministros tengan una pensión dorada de 270 mil pesos mensuales, dos ayudantes y gastos de representación? Eso es lo que defiende la señora con toda convicción porque le parece “normal” que así sea.

Pero efectivamente, @M_Olga Scordero requiere respiración de boca que se le ha regateado, con la callada sonrisa de casi todo el gabinete electo que tiene prisa que no llegue muy lejos. Y es que no es para menos. La señora sin apoyos no da una. Así, otro ejemplo más, lo mismo pasó con la desafortunada explicación de la Guardia Nacional (de la que estoy de acuerdo y en el número que circula en Proceso argumento por qué) que puso al descubierto que poco o nada aprendió en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para hacer política y seguir el ABC básico del gobernante.

En el colmo del desconocimiento le ha pedido a varios de los críticos que le expliquen por qué el mundo es redondo metafóricamente hablando, por qué los medios públicos no deben estar adscritos a la Secretaría de Gobernación si ella es buena y decente. A estas alturas la señora @M_OlgaSCordero no alcanza a distinguir de la buena voluntad de la persona que- dicen- tiene del diseño institucional.

En fin, si todavía no toma el cargo y no atina a desentrañar el mínimo minimorum del ejercicio del poder es probable que, como lo desean casi todos en casa, sea de las primeras bajas del gabinete de AMLO, y no es sólo su destino político personal, sino que en ese trayecto es probable que incurra en muchas faltas por ignorancia- no por dolo ni mala fe que, para el caso, es lo mismo- en perjuicio de la sociedad toda.