Crean manta espacial adaptativa con capacidad de controlar la temperatura

Washington. (La Jornada). Científicos desarrollaron una manta espacial adaptativa de última generación con la capacidad de controlar la temperatura, inspirados en el diseño de la piel de los calamares, publicó este miércoles la revista Nature Communications.

La innovación de ingenieros de la Universidad de California presenta propiedades modificables que permiten regular la cantidad de calor atrapado o liberado, destacó Alon Gorodetsky, uno de los autores.

Las mantas espaciales ultraligeras han existido durante décadas: hay corredores de maratón que se envuelven en ellas para evitar la pérdida de calor corporal después de una carrera, pero el principal inconveniente es que el material es estático, aseguró. Sin embargo, según indicó el investigador, el equipo de ingenieros ha logrado crear una versión con propiedades modificables para que se pueda regular la cantidad de calor atrapado o liberado.

Los investigadores se basaron en el diseño de varias especies de calamares, pulpos y sepias que utilizan su piel adaptativa y dinámica para prosperar en ambientes acuáticos, lo cual les es posible, en parte, a las células de la piel llamadas cromatóforos que pueden cambiar instantáneamente de puntos diminutos a discos aplanados.

Según Erica Leung, líder del estudio, usaron un concepto similar en el que existe “una capa de estas diminutas islas de metal que se unen entre sí” y que en estado relajado, se agrupan y el material refleja y atrapa el calor, como una manta tradicional.
Cuando el material se estira las islas se separan y permiten que la radiación infrarroja pase y el calor se escape, explicó.

Por su parte, Gorodetsky señaló que este nuevo material tiene muchas aplicaciones, como insertos reflectantes en edificios para proporcionar una capa de aislamiento que se adapte a diferentes condiciones ambientales.

También podría utilizarse para fabricar carpas que serían excepcionalmente buenas para mantener a los ocupantes cómodos al aire libre, y para gestionar eficazmente la temperatura de componentes electrónicos valiosos.

La temperatura a la que las personas se sienten cómodas en una oficina es ligeramente diferente para todos, por lo que el invento podría aplicarse al ámbito de la moda, con prendas que se ajusten a los parámetros de cada usuario, con el objetivo de que éstos se sientan cómodos, sostuvo el científico.

Gorodetsky aseguró que utilizar el material para la confección de ropa podría generar un ahorro potencial de 30 a 40 por ciento en el uso de energía para calefacción y aire acondicionado.

Leung subrayó entre los beneficios el peso ligero, la facilidad y el bajo costo de fabricación, así como la durabilidad del material.

Puede estirarse y volver a su estado original miles de veces, expresó.

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