Directora del IVEC contrata a su primo y desplaza a los artistas locales

Silvia Alejandre Prado, directora del IVEC contrata a su primo para eventos, desplazando a los artistas locales
- en Foro libre

Por: Jorge A. González/ Tras telón.

El descaro de Silvia Alejandre Prado, directora del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC) no tiene precedentes.

Y es que esta funcionaria cada vez desafía más las leyes de la política, le gusta caminar sobre la cuerda floja. 

Sus acciones, si es que es consciente de ellas, pueden tener dos lecturas: o es ingenua o es atrevida.

El 7 de Mayo se presentó la magna conferencia “La línea que nos une. Gráfica para los 500 años”. 

En las invitaciones virtuales se describe al ponente como: “impartida por el diseñador gráfico Mauricio Tello”.

El diseñador gráfico por la Universidad Iberoamericana, es hijo del desaparecido arquitecto Manuel Tello Salcedo, quien fue en vida esposo de la maestra Marcela Prado Revuelta, tía de la titular del instituto.

Que a decir de su trabajo, profesionalismo y de su persona no tenemos nada que objetar. 

Lo que deja mucho que decir es la parte ética de la funcionaria pública.

En política eso tiene un nombre y se llama para quienes no lo saben: conflicto de intereses.

El influyentismo 

Cuando un interés laboral, personal, profesional, familiar o de negocios de la persona servidora publica pueda afectar el desempeño imparcial, objetivo de sus funciones.

Tendríamos que recordarle a la titular del IVEC, la Ley de Responsabilidades Administrativas para el Estado de Veracruz.

Que en su capítulo II, es muy precisa en los Principios y Directrices que rigen la actuación de los servidores públicos.

Que en su capítulo V advierte que “los servidores públicos observarán en el desempeño de su empleo, cargo o comisión, los principios de disciplina, legalidad, objetividad, profesionalismo, honradez, lealtad, imparcialidad, integridad, rendición de cuentas, eficacia y eficiencia que rigen el servicio público”.

Por si fuese poco, en la fracción II del mismo capítulo queda clara la falta en la que incurre Alejandre Prado:

“Conducirse con rectitud sin utilizar su empleo, cargo o comisión para obtener o pretender obtener algún beneficio, provecho o ventaja personal o a favor de terceros, ni buscar o aceptar compensaciones, prestaciones, dádivas, obsequios o regalos de cualquier persona u organización”.

Mientras que en la fracción III, subraya: “satisfacer el interés superior de las necesidades colectivas por encima de intereses particulares, personales o ajenos al interés general y bienestar de la población”.

Por segunda vez 

Y es que a pesar de que esta ley está vigente, la directora del IVEC no sólo ha beneficiado al destacado diseñador, va por la segunda.

Se anuncia la segunda conferencia en la Galería de Arte Contemporáneo en al ciudad de Xalapa este sábado.

Mientras la comunidad cultural sufre el viacrucis de la burocracia para que la directora del instituto les autorices los espacios culturales, a otros se las pone fácil.

Así que si eres familiar, amigo o conocido de la titular del IVEC tienes la llave, pero sino, hay que hacer fila y caer de su gracia. 

Ahí tiene un caso sólido la Contraloría del Estado o la Secretaría de Finanzas para iniciar un procedimiento de responsabilidad administrativa.

¿A caso esta administración no vino a borrar las prácticas corruptas y de influyentismo de los pasadas  administraciones públicas ?

Para hablar de corrupción y ética como lo hace el gobernador Cuitláhuac García Jiménez debe de predicar con el ejemplo.

El ejecutivo estatal puede estar del lado quien  quiera: de la sanción o la omisión, pero de lo que no se puede librar es que sus acciones lo definen como buen o mal gobernante. 

Nos leemos hasta la próxima.

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