La 4T, Ackerman y la cruda realidad

Prueba de fuego pa
- en Foro libre

Por Mauro González Luna/

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La frase de Lord Acton, “el poder tiende a corromper y el poder absoluto a corromper absolutamente”, es un aforismo clásico. El aforismo y el artículo de John Ackerman publicado en Proceso, “4T, Esperanza mundial”, motivaron un diálogo imaginario entre Frido Aliotti y Thomas Merton, pensador norteamericano, contemplativo trapense. Al autor del artículo se le respeta, pero sus ideas se cuestionan.

–Frido: No sabes Thomas cómo te admiro. Todos tus libros son brillantes. Te invité porque eres la persona indicada para dialogar sobre este tema del poder.

En su artículo, el autor afirma que no se ha percibido la “enorme importancia del proceso de reconstrucción nacional en el plano internacional”, tras décadas de estar en la banca en el ámbito de los cambios mundiales, y de ser “pisoteados por Washington y amarrados por los flujos financieros internacionales”, que atrofian la imaginación y la soberanía nacional.

–Thomas: ¡Qué consideraciones!, aunque ellas no muy novedosas. Me suenan prematuras y con tintes de superioridad. Ya en el pasado, otro régimen, si mi memoria no falla, el del echeverrismo, también se afanaba mucho por ser percibido como candil de la calle en el terreno internacional. Pero Frido, por favor explícame bien qué están reconstruyendo tan trascendente y qué representa ya, según eso, en meses mágicos, una esperanza, un faro mundial.

–Frido: Te contesto con una palabra: todo. Para los de la llamada 4T, todo lo pasado es malo, y el presente de la 4T una maravilla.

–Thomas: Es difícil concebir que todo esté mal. ¿No tienen ustedes algo así como ánimo de unidad y concordia, una constitución, división de poderes, prensa libre, cuerpos intermedios, técnicos conocedores de las leyes físicas y mecánicas, leyes protectoras de la ecología, aspiración a una política fiscal que grave la inmensa riqueza de los multimillonarios, entre otras cosas?

–Frido: Sí los tenemos, aunque con imperfecciones. El problema está en que ahora con la 4T, eso que teníamos comienza a ser demolido: un recado ejecutivo con efectos jurídicos se brinca la Constitución en materia educativa; el discurso oficial provoca polarización, rivalidad de clases, descalificación de la resistencia de pueblos indígenas en peligro de perder tierra y agua por obras que en campaña se prometió cancelar.

La concentración de poder quiebra la división de poderes, con soldados vestidos de policías en las calles, un Legislativo receptor de órdenes, una Suprema Corte servicial con el alto poder, súper delegados en los estados con poder virreinal, consultas plebiscitarias, ataques a la prensa crítica, debilitamiento de los organismos autónomos y cuerpos intermedios, pilares de libertades.

Termoeléctricas, refinerías, obras que atentan contra el medio ambiente y el sentido común; política fiscal neoliberal en tratándose de la riqueza exorbitante de los supermillonarios, contraria a lo sugerido por Piketty de que se imponga un impuesto a la misma, y en su momento por Gerardo Esquivel aquí en México.

Visible atonía económica de pronóstico reservado; desaparición de guarderías; asignación directa de contratos públicos, contra el espíritu constitucional; propaganda en medios, aturdidora, apta para neutralizar críticas…

Austeridad como fin y no como medio, provocando, por ejemplo, falta de recursos indispensables en la Secretaría federal encargada del medio ambiente, para prevenir y apagar incendios –causa principal de la muy grave contaminación citadina– y cuya titular, indiferente, en medio de la crisis ecológica, hizo turismo político en unas islas, hasta que la regresaron ayer. Tuvieron nueve meses –casi un año– para prepararse, pues desde el 2 de julio de 2018 tomaron el control de todo.

–Thomas: Resulta útil recordar el simbolismo enigmático de aquel país subterráneo, visitado por Alicia, el de las maravillas, donde es caótico todo, hasta la legalidad, donde en un juicio sobre el robo de tartas, la reina de corazones todopoderosa, cuando el rey pide al jurado deliberar, grita: “¡primero la sentencia y luego el veredicto!”. Y la sentencia, el rodar de la cabeza del glotón, a lo que replica la espigada Alicia, “¡qué tontería!”, viniendo meramente de la carta de una baraja.

Entonces, Frido, volviendo a México, los hechos que narras son evidencia de un proceso de demolición de instituciones imperfectas, pero útiles para el bien común, en vías de consolidación histórica, ahora truncada.

–Frido: Así de cruda la realidad, y en este contexto, te ruego abundar en lo que hace rato mencionaste sobre actitudes de superioridad en la 4T que se resumen en soberbia. ¿No es así?

–Thomas: Mira, Frido, ese hablar de trascendencia mundial de un proceso en ciernes, contradictorio, sin doctrina poderosa, sino rústica, sin una economía de vanguardia, sino ambivalente mezcla de neoliberalismo selectivo y desarrollismo primitivo, todo ese hablar hiperbólico, es común en quienes se consideran superiores a los demás para compensar debilidades propias.

Pregonan cualidades que superan en proporción geométrica a las de los demás. Son, en palabras de Hobbes en el Leviatán, los dioses mortales. Pretenden “apoderarse de la realidad” para someterla a sus sugestiones, “seducidos por su propia propaganda y eslóganes”, como se dice en el libro “Seeds of Destruction”, al hablarse de casos parecidos.

La propaganda suple la verdad de los hechos, pero el deber del periodista es que aflore la realidad a toda costa; de otra manera, se corre el peligro de llegar al extremo de la esquizofrenia masiva que está padeciendo el país vecino del norte, con los “reality shows” del trumpismo alucinante.

Adoptan ellos “objetivos poco realistas que se manifiestan como voluntad de dominación”. Y ello es grave, y nunca exportable al mundo, y menos a las lejanas galaxias, como pronto de seguro lo intentarán, de no rectificar, de no curarse de tal padecimiento que no es grandeza, sino hinchazón.

–Frido: Así es, la soberbia lleva a la ruina, y es una forma de corrupción. La deformación de la realidad es contundente en la actitud morenista frente al gobierno de Estados Unidos. ¿Cómo puede decir o dar a entender el articulista que con la 4T el país ha dejado de ser pisoteado por Washington y de estar amarrado por los flujos financieros internacionales?

¿Cómo? Cuando desde el Norte imperial se nos imponen reformas laborales como chantaje para la aprobación del T-Mec, cuando ese tratado neoliberal vulnera la autonomía nacional. Sería muy conveniente que John Ackerman leyera algunas páginas del libro del prestigiado profesor de Yale, Bruce A. Ackerman, “Justicia Social en el Estado Liberal”. En las primeras páginas, el autor del libro retoma la frase de Lord Acton, señalando que el poder corrompe y tiende a tragarse la legitimidad, como telón de fondo a su atinada crítica al poder.

–Thomas: Dime, en materia de flujos financieros ¿dónde está, Frido, el cambio de dimensiones galácticas?

–Frido: En la imaginación de la 4T, estridente en retórica y teatralidad, pues sigue habiendo emisión de bonos del gobierno actual, que son una especie de financiamiento. Hace pocos días se anunció la firma de un refinanciamiento para Pemex por parte de banqueros internacionales que no extienden líneas de crédito, ni refinancian a nadie, sin pedir las perlas de la virgen como garantía.

Para las obras en el sureste, todo apunta a que el gobierno se pondrá en manos de los fondos de inversión más neoliberales –y depredadores– del planeta, los amos del Nuevo Orden Mundial, los titiriteros que mueven los hilos reales del poder económico y anticultural, masificador con su pensamiento único; y la CFE ya anunció que acudirá a nuevos financiamientos.

–Thomas: ¡Qué tiempos estultos, Frido!, pero volvamos ahora al núcleo del problema: es muy importante conocer la substancia que nutre al orgullo político desmesurado.

–Frido: En tu libro “The New Man”, de la editorial Farrar, Straus y Giroux, Nueva York, mencionas sabiamente que el orgullo es “una terca exigencia a los demás de que crean lo que no somos”, una ¡sed insaciable de irrealidad!”. Es la soberbia, dices, un creer ser el centro del universo, y al creerlo, considerar que todo te pertenece y que todos te deben besar lo pies.

La 4T se piensa el centro del universo, cuando en el territorio nacional apenas han cambiado para bien cosas menores o medianas, magnificándolas; demolido en mucho cosas grandes como el respeto a la Constitución y a los pueblos indígenas y mestizos que resisten con Samir Flores, humillándolas; y variado una cosa importante, la laboral, en teoría, no se sabe en la práctica, pero como fruto de imposiciones extranjeras.

“Ser y no parecer, servir y no encandilar; ser y no aparecer, servir y no brillar”: quintaesencia de buen gobierno. Hay una obsesión por aparecer en medios, un minuto sí y otro no. Pura gastada vanidad. Ese tiempo desperdiciado, aunque fuera una décima parte, si fuera dedicado a pensar en grupo, a practicar la prudencia política, sería fecundo en frutos de largo alcance, en soluciones a los grandes problemas.

–Thomas: Una pausa en el camino con miras a la rectificación, sí que sería elogiable, un modesto faro local para empezar. Pausa transfiguradora y retorno esperanzador, como aconsejara A. Toynbee en su Estudio de la Historia. Para ello se requieren: inteligencia integral y humildad. El reconocimiento y la gloria vendrían por añadidura, como recompensa del buen trabajo realizado.

–Frido: Fíjate Thomas que el pasado miércoles 15 de mayo, la lluvia del cielo, ante la ineficacia, salió al rescate de la salud pública de la Ciudad de México para mitigar un poco el colapso ecológico.

–Thomas: Ojalá que esa lluvia bienhechora, lección de la Providencia, sirva para bajar los humos y se rectifique para bien de México, pero por favor no se les ocurra decir que esa lluvia es efecto de la 4T, como esperanza mundial en tiempos de sequía. Cordura señores.

–Frido: ¡Ah que Thomas, eres tremendo! Y ya no sigo con otras linduras que se le atribuyen a la 4T y a cofrades argentinos, dignas de José de San Martín, e incluso Napoleón, porque de hacerlo, las ideas lúcidas y críticas sobre el poder de Lord Acton y de Bruce A. Ackerman, se desvanecerían totalmente “ipso facto”, de inmediato, dado que están ya en trance de ello ante la desmesura descrita.

La crítica al poder, ya sea de altura o de banqueta, aludida ésta con desdén en el artículo sobre la 4T, siempre es útil por lo que dicen sobre el mismo los célebres Lord Acton y Bruce A. Ackerman. Thomas, buen retorno al lugar de las auténticas maravillas.

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Fin de este diálogo. Dedico este artículo a la memoria de dos almas grandes, Miguel Gómez Loza, mexicano, mártir cristero, indómito como un Macabeo, asesinado por el callismo anticatólico, y Andréi D. Sájarov, ruso, físico nuclear, campeón de las libertades en épocas obscuras de la extinta Unión Soviética, Premio Nobel de la Paz en 1975.

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