Por: Jorge A. González/ Tras telón No puede existir transparencia en la administración pública si no existe honestidad y honradez, eso sucede al interior del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC). Silvia Alejandre Prado, directora del instituto se ha rodeado de personajes de una muy mala reputación al inicio de su gestión. Será que para formar parte de su círculo más cercano se deben tener estas cualidades o será que lo ignora. Queremos pensar que es lo último. Para la Real Academia de la Lengua Española (RAE) la palabra ética se define como el “conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”. Y paradójicamente la funcionaria integró a su recién renovado Comité de Ética a un personaje que representa por todos lados la antítesis de esta definición. Alejandre Prado debe saber que no es nada ético poner como titular de la Unidad de Transparencia a una pasante en derecho, como es el caso de Aurea Flores López. Va contra la ley colocar en una posición de tal envergadura a una persona que no posee cédula profesional, ni los cursos y talleres del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI). Y por si fuese poco es una de las cinco personas que integran el Comité de Ética del instituto de cultura que cambia cada administración pública. Flores López ingresó al instituto en la gestión de Alejandro Mariano Pérez en el año 2012 como personal de confianza con el puesto de analista administrativo, y fue en el año 2013 cundo le fue otorgada una plaza eventual (No. 155139) de categoría subdirector A, y para sorpresa de todos los trabajadores del instituto se la obsequiaron sin título profesional. Ante la salida de su jefe inmediato Luis Ariel Patricio Anel, quien fungía como subdirector administrativo, Recursos Humanos la remite como secretaria particular de Óscar Hernández Beltrán, quien hasta la fecha es subdirector de Desarrollo Regional y mano derecha de la hoy directora del IVEC. Estando como secretaria particular tuvo todo el tiempo del mundo no sólo para limarse las uñas, fue más allá, un sueño que los trabajadores del instituto siempre anhelaron. Aurea inició todos los trámites necesarios para adherirse junto con otros trabajadores al Sindicato Democrático de Empleados del Poder Ejecutivo de Veracruz. No obstante, Rodolfo Rosendo Mendoza, en ese entonces titular del instituto, se le adelantó junto con Miguel Aburto, Subdirector Administrativo para que ningún trabajador pudiese adherirse al sindicato. Descubiertos los empleados, fueron reprendidos severamente al bajarles el sueldo y removerlos de sus posiciones, a excepción de Flores López, quien extrañamente salió intacta. ¿Será que vendió a sus compañeros? En su afán sindicalista, la hoy titular de transparencia buscó nuevamente afiliarse al Sindicato de Trabajadores de Organismos Públicos Descentralizados y Autónomos de Veracruz, acción que también fue un fracaso. Y es que la trayectoria de la titular de transparencia y representante ético del IVEC no termina ahí, después de dejar atrás sus afanes sindicales entabló una relación amorosa con un compañero de trabajo. Lo relevante aquí no es lo que haga de su vida personal, sino que resulta reproblable que siendo funcionaria pública en un espacio público, se liara a golpes en la terraza del instituto por asuntos meramente sentimentales sin que la empleada fuese reprendida ni con despido inmediato como lo marca el reglamento interno, ni de manera administrativa. Aurea Flores López hizo campaña para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en su momento, e intentó desestabilizar laboralmente al IVEC, hoy forma parte del comité ético y en quien recae la transparencia del instituto. La intrépida funcionaria es intocable porque forma parte de los cercanos a Alejandre Prado con tales antecedentes, y con apenas siete años como trabajadora es la única empleada eventual con la categoría más elevada de subdirector A sin tener el perfil y la antigüedad adecuada, con un sueldo nada despreciables de 7 mil 524 con 23 centavos mensuales. Y nos preguntamos, si estos son los personajes cercanos a la titular del IVEC, que nos podemos esperar del resto de sus colaboradores. Sabrá el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz que entre el equipo de trabajo cercano a Alejandre Prado se encuentra una mujer que quería hacer una revolución laboral al interior del IVEC. Y es que Flores López logró agremiar a más de 40 personas de manera clandestina, pero debido a la intervención política de Rosendo Mendoza no se hizo efectivo que los trabajadores tuviesen beneficios. ¿Todo esto lo sabrá la titular del instituto? O apenas se viene enterando de que tiene al enemigo en casa. La rama se puede quebrar en cualquier momento. En política la confianza navega a conveniencia. Nos leemos hasta la próxima . Linck de video: https://youtu.be/rBP- |
|
Comentarios