José Luis Ortega Vidal/ Claroscuros
(1)
Durante los primeros días de agosto del 2018 -a poco más de un mes de haber resultado electo gobernador de Veracruz- el ingeniero Cuitláhuac García Jiménez declaró que la entidad veracruzana enfrentaba una deuda pública alrededor de los 80 mil millones de pesos.
No ofreció pruebas, datos duros, estadísticas, fuentes informativas…
Era candidato electo, apenas llegaría al poder…
En diciembre, la realidad le dio parte de razón a García Jiménez: su antecesor Miguel Angel Yunes Linares dejó las arcas vacías.
No dejó dinero ni para pagar la nómina de ese mes y los respectivos aguinaldos de la burocracia.
Tal circunstancia, podemos calificarla como un severo problema de estructura administrativa-financiera, integrada a una cadena económica en cualquier ente productivo: público o privado.
Cuando no tienes ni para pagar la nómina debes pedir prestado y tus limitaciones en inversión limitan el interés de otros para invertir en tu territorio o empresa.
La otra opción es paralizar el aparato de gobierno o productivo, según sea el caso y enfrentar la Ley además de la quiebra total.
Hasta la fecha, en medio de una guerra de cifras contradictorias, el actual gobernador veracruzano reconoce haber pedido 2 mil 500 millones de pesos a BANORTE el 14 de diciembre del 2018 y un adelanto de participaciones federales a Hacienda Federal por el orden de 3 mil 65 millones 438 mil 695 pesos.
El préstamo de BANORTE propiedad de la familia Hank –descendientes de Carlos Hank González, personaje emblemático de la corrupción histórica en México- es quirografario, es decir de pronto pago.
Así que lo prestado y lo adelantado por SHCP deben ser cubiertos por el gobierno de Veracruz este mismo año.
Versiones periodísticas exponen que Cuitláhuac García Jiménez pidió el doble de lo que reconoce pero hasta hoy el jefe del ejecutivo sostiene su versión…
A lo anterior añadamos los intereses de la deuda multimillonaria que heredó el gobierno de Migue Angel Yunes Linares, la cual nació y se vino incrementando desde el sexenio de Miguel Alemán Velasco -1998-2004-, pasando por los de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.
(2)
A propósito del concepto de deuda, cito el Informe Especial del ORFIS: “Deuda Pública Estatal y Municipal”.
“El endeudamiento público ha sido constantemente una fuente de financiamiento muy importante para la operación de las administraciones públicas en todos los niveles de gobierno. Si la deuda se utiliza para el interés colectivo generando, directa o indirectamente, beneficios en favor de la sociedad y que, en su caso, permitan la generación de ingresos con los que se puedan amortizar los créditos contraídos dentro los plazos pactados, el endeudamiento podría fomentar el crecimiento de las economías locales, de lo contrario, podría reducirlo y comprometer la estabilidad de sus finanzas públicas en el futuro. El financiamiento es una opción en la administración de las finanzas públicas; sin embargo, esta práctica debe tener un adecuado manejo para evitar altos niveles de endeudamiento difíciles de cubrir. La celebración de nuevos créditos debe estar respaldada por una estrategia de financiamiento y un análisis de sostenibilidad de deuda, en un marco de financiamiento responsable, aunado a costos y financiamientos adecuados.”
(3)
Ahoa bien, un tema es la deuda bancaria; otro es la deuda con proveedores; uno distinto el daño patrimonial y un cuarto resulta de la falta de cumplimiento de obligaciones con la Hacienda Federal: concretamente la retención indebida del Impuesto sobre la Renta (ISR).
El seis de octubre del 2018, el senador Ricardo Ahued –hoy con licencia- declaró, según notas de la Radiodifusora XEU:
“En 2019, el Gobierno de Veracruz deberá pagar 10 mil millones de pesos del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que no se pagó al Sistema de Administración Tributaria (SAT) y que ahora son requeridos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el gobierno duartista…explicó que la mayor deuda es por retenciones de impuestos a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) a la que le requieren el pago de 7 mil millones de pesos.” (2) (4)
Veamos algunos datos oficiales sobre la deuda que heredó Javier Duarte.
La Secretaría de Finanzas y Planeación de Veracruz informó respecto al ejercicio fiscal 2016 –último en la administración de Javier Duarte que en realidad cerró Durante poco más de un mes Flavino Ríos Alvarado porque JaViDu escapó:
INFORME DE LA DEUDA PÚBLICA ESTATAL CUARTO TRIMESTRE DE 2016
“Al 31 de diciembre de 2016, el saldo total de la Deuda Pública Estatal Directa ascendió a 45,801.7 millones de pesos que se integran por concepto de la deuda bancaria de corto plazo 4,300 mdp, deuda bancaria de largo plazo 33,222.8 mdp y 12,578.8 mdp corresponden a deuda bursátil estatal, lo que representa un incremento global en el saldo que se reporta de 8.5 por ciento, respecto al cierre del ejercicio de 2015. Lo anterior, en virtud de que en el período que se presenta, el estado asumió obligaciones de corto plazo por la cantidad de 4,300.0 mdp con el fin de contar con la liquidez necesaria para cumplir con los compromisos del término del ejercicio, y erogo la cantidad de 1,005.5 mdp, acorde con las amortizaciones establecidas en los contratos de crédito y emisiones bursátiles por el período que se reporta.” (3)
(4)
Lo descrito aquí describe un profundo daño en la estructura administrativa-financiera de la administración pública Veracruz, como lo referimos en el argumento uno del presente artículo.
A su vez, dicha afectación se refleja en una estructura Político-Financiera-
¿Hay una relación entre dicho daño estructural del Estado y la violencia que vivimos?
Sí, desde luego.
Debemos explicar por qué…
El presente texto, de hecho, es la continuidad del titulado Veracruz 2005-2019: las estadísticas del hambre; publicado el 30 de mayo.
Comentarios