INAH reconoce que no puede hacer nada cuando exhacienda de San Francisco Toxpan en Córdoba y exconvento de San José de Orizaba se utilicen para fiestas

Delegado del INAH EN Veracruz, Víctor Hugo Valencia Valera/Plumas Libres

Por Manuela V. Carmona/

Orizaba, Ver.- A pesar de que se trata de edificio históricos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), no puede normar el uso de suelo de inmuebles como es el caso de la ex Hacienda de San Francisco Toxpan en Córdoba  y el ex convento de San José de Orizaba,  señaló el delegado de la institución, Víctor Hugo Valencia Valera.

Explicó que el uso de los inmuebles es responsabilidad de los propietarios y los custodios y en el caso de algún evento, que ponga en riesgo el patrimonio es donde el Instituto tiene una injerencia, sin embargo, será siempre los custodios quienes determinen el uso.

Expuso que en el estado, hay más de 6 mil sitios arqueológicos registrados de los cuales solamente están abiertos al público 10.

“En el caso de los sitios abiertos al publico la gente ve el tetel y los cerros enmontados, el instituto, aplica una legislación, que es la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas y en caso de incurrir en buscaremos siempre concertar».

Expuso que en caso de poner en riesgo la estructura de estos lugares, se cita a los responsables y se busca llegar a acuerdos y si no se suspenden obras o en su caso de aplican sanciones administrativas, buscando siempre concertar, aplicando la legislación vigente en materia de conservación, sea por destrucción, mal uso o uso indebido de los espacios.

Aseguró que en el uso que den a un edificio histórico, así sea para un evento social como fiestas, no se puede sancionar mientras el inmueble sea respetado desde el punto de vista arquitectónico.

«si el usuario o custodio hace uso que posiblemente no me guste es una situación del propietario; el Instituto no define el uso del suelo en el país, nosotros no definimos el uso del suelo, definimos la conservación si el inmueble está conservado, tal vez no sea agradable o correcto que se estén haciendo cosas, que el inmueble tiene otra vocación, pero mientras no se destruya el inmueble, mientras no sea agredido, depende del custodio y del propietario pero en el momento en que ponga en riesgo el patrimonio el instituto tiene obligación de intervenir».

Aseguró que en el caso del ex convento y la ex hacienda de Orizaba y córdoba respectivamente, el INAH ha tenido conocimiento del uso de inmuebles para fiestas y aunque no sean para esa vocación, mientras no se ponga en riesgo la conservación, no existe algún problema.

«Yo no diría que sea lamentable (el uso para eventos sociales), yo diría que había  que reorientar cosas, en la medida de lo posible cada quien tiene que hacerse responsable de su función, nosotros hemos protegido esos inmuebles en términos de su estructura arquitectónica y que no se alteren esos espacios, si los espacios se utilizan son reversibles, pues no es que se tenga cuidado con eso», finalizó.

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