El Ágora lo recibe con las cubetas abiertas

El techo tiene goteras profundas en Ágora, IVEC indiferente
- en Opinión

Jorge A. González/Tras telón 

Hagamos de cuenta que usted va a un recinto cultural dispuesto a observar con toda calma una exposición pictórica u escultórica.

El espacio es amplio, perfecto para hacer un recorrido digno e ilustrativo según las exigencias de cada persona.

Hablamos de un visitante que llega con sus amigos o su familia, y continúa en su afán de apreciar y comprender la expresión artística del autor, la visión del mundo de ese artista. 

Sorpresivamente, los visitantes se encuentran en una sala con algunas cubetas en el suelo. Comprenden que lo que ven no es parte de algún trabajo de arte instalación.

Las cubetas están a medio llenar de agua que gotea del techo del espacio cultural, se dan cuenta con tristeza que no se trata de ninguna manifestación cultural de vanguardia.

El visitante se incomoda, se inquieta, se desanima, porque ha llevado a sus amigos o familia a disfrutar, apreciar y a encontrar reflexión y sensibilización.

La percepción de ellos ahora es otra, el hilo conductor del discurso visual está por romperse abruptamente, y lo hace en la siguiente sala cuando se percata qué hay más cubetas.

Y aunque las cubetas están ahí -recolectando el agua que gotea del techo- sin ninguna intención artística, de alguna manera cobran una fuerte significación involuntaria.

Eso que ven los visitantes en su recorrido representa y significa mucho: la decadencia, la inoperancia, la insuficiencia presupuestal, la ineptitud, el desinterés, pero sobre todo la incapacidad e irresponsabilidad. 

Lo que les cuento no es una historia de ficción, desgraciadamente es una historia que tiene mucho de realidad, hablo de un espacio cultural que sí existe y se llama El Ágora de la Ciudad, en la capital del estado. 

Las recientes e intensas lluvias en la ciudad de Xalapa han destapado el problema añejo de humedad y filtraciones del inmueble.

Recordemos que en columnas pasadas hemos subrayado la falta de mantenimiento de la galería, espacio principal ubicada en el centro de la ciudad de Xalapa, en el perímetro del mismo Parque Juárez. 

Estamos a cuatro meses de concluir el año y la galería a cargo del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC) que dirige Silvia Alejandre Prado continúa no en las mismas condiciones sino peor.

No se necesita ser un experto en arquitectura o ingeniería civil para determinar que las lluvias agravarán el problema con el deterioro de este espacio cultural.

La humedad ha comenzado a minar las paredes del inmueble, y las goteras son más constantes, agua que entra por el vitral ubicado en la primera sala y por el mismo techo deteriorado. 

Hablamos de un problema que no ha sido subsanado, que la dirección del instituto ha preferido contener con paliativos que no han servido hasta el momento.

Cubrir el vitral con una lona, que acumula agua y que luego colapsa, no fue una idea inteligente ni definitiva para terminar con el problema.

Y es que el agua siempre busca una salida y la ha encontrado en las orillas en donde el vitral se une con los muros del inmueble.

Para cualquier responsable de una galería, y para cualquier director de un instituto, esta escena trágica resulta no sólo una vergüenza, sino una grave falta de respeto al público que decide ingresar a una galería a voluntad.

Y aunque el arte es subjetivo, si esta escena se tratase de un trabajo de arte instalación, no sería difícil definir su significado: Cubetas recolectando el agua de una filtración del techo como una acción de solución, nos daría como resultado: la pobreza en todos los sentidos del IVEC y de quien lo dirige. 

Nos leemos hasta la próxima.

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