De valientes y otras reivindicaciones

Pedro Salmerón destituido por usar el término "Valientes"
- en Foro libre

Por Roberto Hurtado Barba

¿Quién es valiente? Según la RAE, una de las acepciones al referirse de ese modo de alguien es: “adj. Dicho de una persona: Capaz de acometer una empresa arriesgada a pesar del peligro y el posible temor que suscita”. No se refiere a estar en lo correcto, tampoco a ser justo o a defender tal o cual causa. Los actos “valientes” se definen así en cualquier tiempo gramatical. A los del pasado se les califica como tales aún y cuando se hayan presentado del lado equivocado o perdedor de la historia.

¿Quién niega que los kamikazes eran valientes? Estuvieron del lado perdedor, defendiendo una causa agresiva e imperialista, pero eran valientes. Se puede argumentar que actuaron bajo amenazas o que les habían lavado el cerebro. Cierto o no, seducidos como estaban, tomaron decisiones defendiendo su causa, por lo que fueron valientes antes su circunstancia. ¿Hubo valientes soldados en la Confederación de Estados de América? Seguramente, aunque su causa defendía la esclavitud. Eran hombres y mujeres de su tiempo. La valentía no es ideológica. Y así está llena la historia de la humanidad. Ahora, cuando los eventos son recientes o las heridas históricas no se han cerrado el debate es pasional y nublado se refuta la valentía de unos u otros según del lado en que se esté.

La avalancha de descalificaciones contra Pedro Salmerón, por definir como “valientes” a los muchachos de la Liga 23 de septiembre que llevaron a cabo el fallido secuestre de don Eugenio Garza Sada y que desembocó lamentablemente en su muerte, fueron expresadas desde la tribuna del punto de vista y del maniqueísmo. Seguramente los muchachos mencionados eran valientes para dejar la comodidad de sus vidas y arriesgarse incluso a perderla con tal de defender y hacer progresar su movimiento. ¿Se pueden cuestionar sus motivos y sus métodos? Definitivamente. Pero eso no les resta valentía. Por cierto, la publicación en su blog (https://lacabezadevilla.wordpress.com/2019/09/20/el-asesinato-de-eugenio-garza-sada/) es una semblanza positiva de don Eugenio. Pero esto se perdió del contexto y lamentablemente el linchamiento mediático produjo la renuncia de Salmerón de su cargo público. Me parece también lamentable que AMLO no lo haya defendido y haya tomado el camino fácil de aceptar su renuncia. No fue valiente.

Por cierto, el Presidente de la República ha causado controversia por sus opiniones revisionistas de la historia. Ha dicho que la Corona Española y la Iglesia Católica deberían pedirles disculpas a los pueblos originarios de América por la Conquista. También ha sugerido que la Iglesia Católica debería cancelar la excomunión de los próceres de la Independencia que eran sacerdotes y fueron excomulgados (Hidalgo, Morelos, etc.). Lo hace, sin duda, desde el sesgo de su idiosincrasia. Son reivindicaciones que no resuelven nada ahora y solo abonan a su discurso político. ¿Por qué no pide la reivindicación de Iturbide quien fue quien consumó la Independencia de México y por muchas décadas fue un prócer de la Nación? Iturbide fue valiente, tuvo sus claroscuros como todos, pero de él fue la iniciativa y visión de impulsar el movimiento final para lograr la Independencia de México. ¿Qué fue Emperador? Hombre de su tiempo, en ese entonces las monarquías constitucionales no eran un disparate y eran cosa común en el mundo (había más reinos que repúblicas). A Iturbide se le denostó y se le negaron los honores hasta muchas décadas después, bajo criterios de otra época y con el filtro de la ideología. Simón Bolívar, héroe –hasta la fecha- de las independencias de muchas repúblicas de Sudamérica, también fue un hombre de matices. Se le conocían por todos sus modos despóticos de dirigir e incluso llegó a ser dictador del Perú en 1824. Hombre de su tiempo, Bolívar contribuyó significativamente a los movimientos de independencia de lo que ahora es Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Por eso es hoy héroe, no porque fuera perfecto. Si AMLO va a desenterrar temas del pasado, debería ser más imparcial y generoso en sus reivindicaciones evaluando las contribuciones de como tales, sin juzgar el pasado con los criterios de hoy y siendo menos maniqueo e ideológico.

Roberto Hurtado Barba

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