Alerta IMSS a padres para que observen intolerancia a la frustración en niños y evitar trastornos futuros

Un niño que desarrolla intolerancia a la frustración puede sufrir sentimientos de tristeza, ansiedad, enojo, ira y minusvalía
- en Salud

Xalapa, Ver.- La Delegación Norte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz, hace un llamado a los derechohabientes y a la población en general, para que los padres observen el comportamiento de sus hijos, a fin de identificar la intolerancia a la frustración y reencausar sus emociones para evitar trastornos posteriores.

En este sentido, la médico psiquiatra del Hospital General de Zona (HGZ) N° 11, Sol Esther Dominguez Méndez,  explicó que la Intolerancia a la frustración es la sensibilidad excesiva hacia todo aquello que resulta desagradable, se debe de entender que  ésta no es igual al fracaso; por lo que la percepción o interpretación jugará un papel importante en el desarrollo emocional de los menores.

Existen personas que magnifican las situaciones adversas que tienden a poner las cosas en los extremos (todo es blanco o todo es negro), evalúan su autoestima de manera rígida (si no salen las cosas perfectas, todo le sale mal), es decir tienen un pensamiento dicotómico, en el cual presentan dificultad para esperar la recompensa, ya que necesitan obtener resultados rápidos.

La intolerancia a la frustración puede detonar en el individuo sentimientos de tristeza, ansiedad, enojo, ira y minusvalía, lo que se traduce en conductas lesivas dirigidas hacia el entorno, otras personas o incluso hacia sí mismo, con conductas evitativas y/o de aislamiento. El origen de esta intolerancia es multifactorial.

De manera natural, algunos niños tienen un temperamento dócil y son fáciles de reconfortar, mientras que otros son demandantes, impacientes y difíciles de controlar; a esto se suma que al pequeño no se le enseña a esperar, tolerar, a luchar por una recompensa que se obtendrá en el mediano y largo plazo, por tanto, no desarrollará respuestas adaptativas que le permitan contender contra situaciones adversas.

Para enfrentar este problema se debe iniciar en edades tempranas, a través de una educación que le permita al niño trabajar por una recompensa, que no sea inmediata. “Hay que dejarlos ganar a veces y dejarlos perder otras”, el individuo debe aprender a convertir la adversidad en oportunidad, si se plantea un problema como un reto o una meta, el niño puede sentirse más estimulado a luchar por ella”.  Señaló Domínguez Méndez.

Para apoyar a las personas con este padecimiento, el Instituto ofrece espacios deportivos y de terapias ocupacionales en los Centros de Seguridad Social (CSS), y se cuenta con atención médica y psicología para el abordaje integral del padecimiento en las Unidad de Medicina Familiar (UMF).

Por último, para apoyar a sus hijos, se debe tomar distancia, pensar con  la “cabeza fría” y no actuar de inmediato, para planear una respuesta, asumir una actitud positiva y, de ser necesario, hay que acudir con un especialista para descartar algún trastorno neuropsiquiátrico.

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