Liliana comparte su experiencia de cómo rompió el círculo de violencia que padecía de su esposo; «pensaba que era normal»

Reconoce si no se pone un alto a la violencia ésta va en aumento, se genera un círculo dice donde agreden a la mujer su pareja/Plumas Libres
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Veracruz, Ver. En medio de tantas historias de feminicidios y mujeres que llegan a los hospitales casi muertas a golpes está la historia de Liliana Díaz una mujer de 42 años que vive en la Ciudad de Veracruz quien cuenta cómo logró salir del círculo de violencia en que vivía a pesar de no contar con independencia económica y con dos hijos jóvenes en casa quienes le animaron a no terminar en feminicidio.

Se casó muy joven apenas cumplido la mayoría de edad con su primer novio hoy el padre de sus hijos con quien ella había pensado tenía que aguantar todo, cuando pasó del maltrato verbal al físico decidió no ser una estadística más y terminar con esa situación aunque no veía cómo, sin embargo dejó su casa con esa vida el pasado mes de Agosto.

Terminó su secundaria, recién obtuvo su primer trabajo y continúa sus estudios pues dice quiere ayudar a otras mujeres que viven lo mismo que ella a quienes les dice que sí se puede salir del maltrato y probablemente del feminicidio.

Al salirse de su casa se llevó a su hijo adolescente y ambos se fueron a un albergue a donde la canalizó el Instituto de la Mujer de Veracruz donde la apoyaron con asesoría sicológica, jurídica y emocionalmente desde que ella decidió comenzar una nueva vida.

Liliana reconoce que ella era como muchas mujeres que continúan atrapadas en los círculos de violencia en sus casas o con parejas, estaba igual pero al comenzar su terapia sicológica en el Instituto Municipal de la Mujer –IMMUVER- entendió que ella sí puede ser independiente y salir adelante sola.

Me siento contenta por mi empleo pero me siento más contenta porque mi forma de pensar cambió a partir de que estoy yendo al IMMUVER, yo llegué ahí en Agosto pedí una asesoría legal porque venía presentando problemas en mi matrimonio con mi esposo, él últimamente se había puesto muy violento y me vi en necesidad de acudir y me ayudaron”; sostuvo.

Para su autocuidado Liliana ha tomado talleres de sicología, desarrollo personal y le ha cambiado su vida y su forma de pensar de lo que ella consideraba debía ser: “Yo antes pensaba el que te insulte tu pareja, que te menosprecie o recibir humillaciones era algo normal o algo natural porque la sicóloga nos dijo que naturalizamos esos detalles decimos que él así es, es parte de su personalidad ser así conmigo, ya se le va pasar”.

Reconoce si no se pone un alto a la violencia ésta va en aumento, se genera un círculo dice donde agreden a la mujer su pareja, le pide perdón y luego se vuelve a dar otra vez la elección y no nada más es la agresión sicológica sino también la física.

«De hecho la última vez lo que me llevó a salirme de mi casa es que recibí agresión física de parte de mi esposo entonces me tuve que salir después de 26 años de casada con una hija de 22 años de edad y un adolescente de 15 años”; contó.

Liliana ha logrado salir adelante sola, la han apoyado mucho y ello le ha dado la seguridad de saber que no quiere volver a la violencia y que tanto ella como sus hijos pueden tener una vida de respeto con el padre de éstos aunque su ex esposo no lo quiere entender.

Yo le he externado mi sentir que nuestro matrimonio ya fue y que quedamos como amigos por nuestros hijos pero él no quiere y sigue insistiendo. A mí me han enseñado a cómo reaccionar en ese momento porque violencia, genera más violencia”; afirma.

Liliana acepta que no fue fácil: “A mi si me hubieran preguntado hace cinco meses si yo sufría violencia o si lo iba a dejar hubiera dicho que no. Yo decía que la violencia de los esposos era normal. Tampoco pensaba en separarme por pensar qué va decir la gente si él es su esposo. No es fácil cambiar nuestra mentalidad de tantos años y decir que ahora una va a ser juzgada, hay muchas limitantes que te condicionan”.

Una de sus principales dificultades tras dejar la vida de violencia fue enfrentarse a ser autosuficiente y ganar el dinero por sí misma, no la aceptaban en los trabajos porque no tenía su secundaria terminada, pero con esfuerzo y trabajo ya logró sacar la secundaria y le han dado su primer empleo con el que dice está muy contenta, pues su vida empieza a ir caminando a una nueva dirección.

Finaliza con esta reflexión: “Nos da miedo. ¿Y si no funciona? Y ¿Si me equivoco? Pero sí se puede vivir sin violencia, libre, tenemos muchos pensamientos limitantes. Yo no tenía a donde ir y vencí ese miedo que paraliza al volver a esa vida de antes. Lo difícil es no dar marcha atrás. La clásica pregunta qué va a ser de los hijos y eso no permite disfrutar pero hoy estoy aquí viva y saliendo adelante”.

“Yo hoy les puedo decir que veo mi futuro muy prometedor, lo único si reciben, son deseos, me he propuesto como una meta seguir estudiando y estudiar sicología como a mí ha ayudado el instituto, quiero que otras mujeres que están en mi situación la vean que sí se puede salir de todo eso que pensamos tenemos que aguantar”, finaliza diciendo que ahora su esposo las veces que lo ha visto él ya no quiere darle el divorcio pero ella sigue firme con la separación solo que ahora ya sabe a dónde quiere ir”; concluye.

 

 

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