Xalapa, Ver.- A más de 48 horas de la liberación de Roberto González López, fundador de la Fuerza Civil y 13 ex oficiales de ella SSP acusados de desaparición forzada de personas, los colectivos de madres que buscan a sus hijos guardan silencio.
A diferencia de los gobiernos de Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares, dónde siempre fijaron una postura sobre decisiones de gobierno o judiciales que las afectaban en su lucha colectiva, esta vez han callado ante el regalito de Navidad que les dio Cuitlahuac García Jiménez a la gente de Arturo Bermúdez Zurita.
El colectivo que más ha llamado la atención por su silencio, es Solecito de Veracruz, que es dirigido en Veracruz por la dominicana Lucía de los Angeles Díaz Henao y que se ha mantenido indiferente desde la designación de una banquetera al frente de la Comisión Estatal de Búsqueda de Desaparecidos.
Desde que llegó Cuitlahuac García Jiménez al poder, Díaz Henao ha dejado de lanzar declaraciones incendiarias contra el gobierno de Veracruz y ahora camina de la mano con posturas de Morena.
La liberación del ex director de la Fuerza Civil y de sus operadores no ha despertado sorpresa entre la opinión pública pues Solecito, el colectivo más notorio, no sé pronunció ni para bien ni para mal. Puro silencio. Y con eso fijan clara su postura, los silencios hablan solos.
Belén González, del colectivo del mismo nombre en Coatzacoalcos, y Araceli Salcedo, de la zona centro de Orizaba Cordoba, dieron declaraciones a la prensa por separado, pero sus organizaciones no omitieron alguna postura sobre este caso.
No es la primera vez que los colectivos se repliegan ante la salida de duartistas, lo mismo pasó con la liberación de Luis Angel Bravo Contreras, quien quedó totalmente exonerado tras haber sido acusado por el gobierno de MAYL de ser cómplice de los cientos de desapariciones forzadas que se practicaron en el gobierno de Javier Duarte.
No entiendo nada.
Vamos Morena seguimos sumando y no dividiendo en cambio Plumas Libres va para cenizas que zumba ??
En otras fechas protestaban y se desgarraban las ropas.
Hoy ese cambio de actitud no coincide con el objetivo de los colectivos.
El dolor de una madre no desaparece de la nada es un luto que se lleva en el corazón toda la vida y muchas son luchadoras e implacables para que se haga justicia que triste es ver que exista impunidad y dejen a criminales asesinos en serie en libertad la vida humana ya muchos les vale madre
Respeto a los colectivos mis estimados