Fascistas, golpistas bolivianos y el PAN/ Escenarios

La ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Karen Longarica exigió al gobierno de México sacar las manos de Bolivia

Grave los últimos acontecimientos de la derecha fascista en Bolivia, han sido el acoso, presencia policiaca en actitud amenazante, drones y agresiones a visitantes y empleados de la Embajada de México. La absurda expulsión a nuestra embajadora, María Teresa Mercado, quién asumió una digna postura en defensa al derecho de asilo para impedir la salida de funcionarios del Gobierno legítimo de Evo Morales. Mujer íntegra, de solida formación y experiencia diplomática tuvo que dejar el país para salvaguardar su vida.

La caricaturesca oposición mexicana, conformada por los dos expresidentes panistas, el partido que albergó desde su nacimiento la filosofía nazi, (leer La Raíz Nazi del Pan de Rafael Barajas, El Fisgón), se refleja a la perfección a través de su dirigente, Marko Cortés, clon del Guaidó venezolano y el Camacho Boliviano. Líder partidista y sus drones Javier Lozano y Mariana Martín del Campo, aliados a los golpistas bolivianos, vociferan de todo contra los logros de la 4T, sean asuntos económicos -que no entienden-, rescate a la pobreza -que rechazarían tortas y bolis ante el fracaso en próximos comicios-, y que no se abran universidades populares para ofrecer espacios a jóvenes de comunidades rurales y zonas indígenas. Un presidente de partido y sus legisladores, espurios, incultos, facistoide y entreguistas.

Jorge Quiroga, el tuto (expresidente por un año, sustituye a Hugo Banzer) es un empresario minero y energético, quién pierde las elecciones ante Evo Morales, de ahí su ardor, coraje contra el asilo al presidente legítimo de Bolivia que en cuatro periodos logra índices de crecimiento sin precedente, rescate de recursos nacionales, erradicación de la pobreza y solución en sanidad y salud pública.

El Tuto asumió su impotencia y frustración, al unirse al nuevo golpe de estado, lanzó toda su verborrea ideologizada contra AMLO, presidente legítimo con el respaldo de mas de treinta millones de votos. Situación que retoma Marko, el fascista panista, calca de Tuto-Guaidó-Camacho. El Pan en sus dos gobiernos entregó mas de cuarenta millones de hectáreas a la minería extranjera, aumentan mas del 400% la deuda pública, se incrementa notablemente la pobreza y la violencia y entregan un país devastado, saqueado y hundido en corrupción y muerte.

Lorenzo Meyer dijo con acierto, en relación con las declaraciones del Tuto y expulsión de la embajadora: “México y Bolivia no tiene relaciones sustantivas (económicas y políticas. México con un gobierno legítimo, no se ve afectado por acciones o declaraciones de un gobierno golpista de derecha en La Paz. Cualquiera que sea el desenlace, será positivamente positivo para México. la diferencia entre el lenguaje empleado por los funcionarios mexicanos y los bolivianos para argumentar sus desacuerdos es notable. Quizá el contraste se explique por la legitimidad de unos y la falta de esta de otros”.

Aquí en México, le secundan los analistas expulsados del paraíso, quienes añoran moches, cochupos gubernamentales, así como favores, contratos y chambas dentro de las instancias federales. Ellos, identificados como los pregoneros de la violencia, han sobreestimado los mas de treinta y siete mil muertos, según Alejandro Hope, en el primer año de la transición. Ellos han permanecido callados ante la represión sin parangón en Colombia, Chile, Bolivia, Ecuador y Perú. Ellos saben que se sospecha que esos muertos han sido provocados por fuerzas de seguridad del pasado en contubernio con el crimen organizado.

Hiriart, Alemán, López Doriga, Gómez Leyva, Loret de Mola, Riva Palacio, Marín, la Micha fueron cómplices del silencio y manipulación del desastre nacional en los periodos neoliberales de Salinas a Peña Nieto. Alentados y envalentonados por la presencia de Jorge Ramos, de Univisión, en una de las mañaneras, reclamando las muertes  en el sexenio del cambio. De los mutis del pasado al escandaloso griterío del presente tiene una explicación, los moches, pero vienen ahora de dirigentes de los partidos perdedores, de empresarios lavadores, de dolidos expresidentes sin pensión, pero con sus miles de millones guardaditos, Fox, para producir mariguana o  Calderón, para formar su México Libre o Peña Nieto al disfrazarse  con peluca y sobrero en plazuelas europeas.

Las muertes curiosamente se dan mas en entidades gobernadas por el panismo, Guanajuato, Tamaulipas y Chihuahua, así del perredismo en Guerrero y Michoacán, y el priismo de Edomex y Coahuila, sumadas a la Yunista mano negra, del panismo perdedor en Veracruz. De eso no dicen ni pio. Todo lo achacan a AMLO. Con sus policías federales formados por García Luna. Con sus alianzas con el crimen organizado. Siendo ellos, todos,  las verdaderas organizaciones criminales ya bien identificadas.

Fuera de ahí, este año que inicia se avizora un panorama alentador. Indicadores económicos lo muestran como posible: controlados precios de gasolina y energía eléctrica, reducción de las tasas inflacionarias, fortalecimiento del peso ante el dólar, estable la bolsa nacional, crecimiento en producción del petróleo, gas y luz, incremento en  inversión extranjera, aumento de divisas en  remesas de migrantes, creciente respaldo de la empresa nacionalista, una fuerte política fiscal, control aduanero para hacer efectiva la reducción de la violencia y propiciar el crecimiento sano, justo y equitativo.

Aciertos  han evidenciado el apoyo a grupos vulnerables: adultos mayores, discapacitados, estudiantes, jóvenes emprendedores. Pobreza, con mas de 90 millones heredados del periodo neoliberal. Rescate del respeto a la autonomía de las naciones y del asilo político, rehabilitar y  fortalecer el sistema energético, abrir cauces diplomáticos con grandes empresas para inversión  de capitales, frenar la fuga de capitales nacionales, establecer una política fiscal enérgica y eficiente, fortalecer las fuerzas de seguridad, no dejar de recorrer “a pie” el país para ver y sentir la hecatombe nacional, dar “tiro de gracia” a la corrupción institucionalizada, iniciar la depuración de la impartición de la justa justicia frenando la voracidad y complicidad de jueces, magistrados y defensores públicos, reactivar la economía, desalentar las fugas escandalosos para los medios de comunicación y las cámaras de diputados y legisladores, abrir el cauce constitucional a la revocación del mandato, eliminación de fueros,  la consulta y escrutinio popular.

Errores se han cometido sin duda, fallas graves en selección de funcionarios y legisladores improvisados, descuido en la aplicación de los programas sociales, desatención a programas ganaderos y alimentarios, colusión con saltimbanquis profesionales, despidos injustificados de trabajadores del estado y sobre todo lentitud en la aplicación de la justicia.

Un año inicia. Una nueva década da comienzo en este segundo intento por recuperar a la nación y salvar al país de la catástrofe provocada por De la Madrid, Salinas de Gortari, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto.

Un segundo esfuerzo, usando la metáfora mañanera, es como levantar al elefante herido, drogado, golpeado y hacerlo caminar de nuevo con la fuerza del derecho y la razón, que con requiere de la participación de todos, solo así se puede lograr, para no permitir que un solo hombre se responsabilice de lo que nos corresponde a todos nosotros. Este debe ser el compromiso ineludible de la sociedad mexicana para este mañana que se construye a partir de hoy.

 

 

 

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