La inmediatez es engañosa

Lo mejor de las redes sociales es que fomentan la Libertad de Expresión, lo que se impide en radio, televisión y medios impresos
- en Opinión
Tras telón/ Jorge A. González 
Con la llegada de lo que un día se llamó “las nuevas tecnologías” hubo grandes cambios, en general, para  bien.
Si hablamos desde nuestro quehacer profesional del periodismo, se modernizaron no sólo los canales de comunicación, también la construcción del mensaje informativo.

La manera de hacer periodismo tuvo que adecuarse a los nuevos moldes de la inmediatez de las redes sociales, y a la diversidad de los

públicos.
Se pensó en algún momento la desaparición de los medios convencionales: prensa, radio y televisión, pero pasó igual cuando la fotografía con el cine, y el cine con la TV, y otras predicciones fallidas.
Siempre hemos dicho que la llegada de las redes sociales han sido (al igual que otros) un gran invento de la humanidad, y como en todo, los inventos pueden ser para un bien mayor o para desgracia, pero eso depende de cómo se usen.
La inmediatez y la construcción del mensaje en las redes sociales exige, y exige mucho, velocidad, brevedad, imagen fija, video y sobretodo veracidad.
Y cuando todos estos requisitos deben ponerse a prueba, hay quienes se olvidan de lo profesional y prefieren la vía corta;  se van por la inmediatez, la construcción deficiente del mensaje y sin verificación de la información.
Hoy tenemos casi todo al alcance de un teclazo, sobre todo si hablamos de periodismo  y de ventas, pero la avalancha informativa nos ha sobrepasado de sobremanera.
La autopista de la información obliga ahora a los usuarios responsables a detenerse por un momento y verificar la fuente de la información.
¿Por qué tendría que detenerse un poco el usuario para revisar lo que encuentra en redes sociales? Bueno, imagínese usted por ejemplo a 2.121 billones de usuarios subiendo información en casi todo el mundo.
Y además, encontrar que hay 4 países de América Latina (Brasil, México, Argentina y Colombia) en el listado de los 19 países con mayor cantidad de usuarios del mundo.
La velocidad de la información nos ha rebasado de tal manera que no sabemos qué es verdad y qué es mentira. Ya no sabemos que es útil y qué es basura. Qué ayuda y que destruye. 
Tampoco sabemos qué información está al alcance de nuestros niños y jóvenes. O si se platica con una persona cuerda o con malas intenciones, si se escribe con un adolescente o con un adulto.
Hay que detenerse a verificar lo que consumimos en redes porque la vorágine de la información nos alcanzó, y por eso a usted usuario se le recomienda revisar de qué manera le dan tratamiento a la información  otros medios de comunicación. 
¿Cómo no dejarse engañar con información falsa? ¿Solo un medio manejó la información noticiosa? ¿Quién lo dijo? ¿Cuándo lo dijo? ¿En dónde lo dijo? ¿Es comprobable? ¿Existen pruebas confiables? ¿Está firmada la noticia por alguna persona? ¿Es un medio confiable?
Muchas veces nos dejamos llevar por el efecto de la inmediatez y tomamos como verdad la primera versión que nos encontramos, por esa razón hay que detenernos un instante para estar bien informado. Porque como decía el gran Gabriel García Márquez: “La mejor noticia no es siempre la que se da primero, sino muchas veces la que se da mejor”.
Nos leemos hasta la próxima

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