Contingencia de coronavirus rebasa a gobierno de Cuitláhuac García

Las crisis para los gobernantes son una gran oportunidad o una caída fulminante difícil de superar. Todo parece indicar que muchos gobiernos estatales tendrán esa última suerte como el de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.

Es bien sabido que el morenista es uno de los peores gobernadores calificados del país. Carece de popularidad y aceptación, pero esto no es nuevo.

Desde que fue electo primero por dedazo como candidato, y luego como diputado federal por el distrito de Xalapa, los habitantes de esta ciudad capital le dimos el voto de confianza porque creíamos que sería una buen representante, pero fue todo lo contrario: una gran decepción.

El entonces diputado, se dedicó a la politiquería con el fin de ser designado nuevamente por Andrés Manuel López Obrador como candidato a gobernador del estado, cosa que así fue.

Nunca presentó iniciativa alguna como legislador,  ni mucho menos gestionó recursos para Veracruz o para Xalapa o algún otro distrito. Pasó 3 años sin pena ni gloria como diputado federal.  Los xalapeños se indignaron cuando fue designado candidato a gobernador del estado.

Todo mundo daba por hecho que el maestro de CBTIS y de la UV, no ganaría las elecciones porque no gozaba de preparación, popularidad, su campaña era gris y sus discursos eran, como ahora, huecos y sin sustento.

Las 3 campañas de AMLO y sus discursos incendiarios contra el PRIAN;  levantaron muchos votos a favor de García. Los veracruzanos le dieron voto de castigo a las administraciones priistas y panistas y llevaron a Cuitláhuac García al poder.

Aun así hubo un halo de esperanza de los veracruzanos, era joven, sin antecedente de corrupción gubernamental ( para entonces no era conocido que Fidel Herrera lo había becado a Alemania para cursar un doctorado gracias a su papá el entonces diputado local Atanasio García), su discurso como el de su partido era combatir el amiguismo, el compadrazgo, privilegiar la transparencia y seleccionar  a los mejores cuadros para su gobierno que le ayudarían sacar al estado de la marginación, la pobreza, la corrupción pero sobre todo la violencia, analfabetismo y el desempleo.

Sin embargo sus primeras acciones de gobierno fueron en sentido contrario: colocó a sus amigos en la dependencias y gente recomendaba, como su primo en la secretaría de Finanzas ( Eleazar Guerrero), o como Roció Nahle que le impuso a Eric Cisneros en la Secretaría de Gobierno, personaje sin conocimiento de los problemas de Veracruz pues toda su vida la hizo en Baja California Sur, que hasta ahora actúa como un gobernador de facto ensombreciendo al propio Cuitláhuac.

La esposa de AMLO, Beatriz Gutiérrez Muller colocó a su sobrino en la Secretaría de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, el hombre fuerte de Veracruz, está al frente de esa súper secretaría ( como la dejó Javier Duarte) que no solo controla las corporaciones policíacas, si no también Tránsito y Transporte, la mayoría de los policías municipales, las penitenciarias y este año ejercerá casi 6 mil millones de pesos, recursos que no se verán reflejados pues la violencia como secuestros, asesinatos, feminicidios y extorsiones, aumentan cada día.

Llegaron los primeros casos de corrupción como la compra y renta de patrullas de SSP a sobre precios, la colocación de amigos y familiares de secretarios en sus dependencias, la escasez de medicamentos, la imposición de la encargada en la fiscalía, Verónica Hernández, familiar de una operadora de un poderoso cartel en Minatitlán.

Y lo peor, el gobierno de Cuitláhuac no ejerció todo el presupuesto el año pasado, tanto que tendrá que regresar 4 mil millones de pesos del ejercicio de 2019, porque no se invirtieron en obra pública y servicios como si en Veracruz no estuviera parada la economía desde hace varios años.

Pero eso no es todo, sus declaraciones sobre temas relevantes muestras a un gobernador insensible, ignorante y muy lejos de su investidura. Como cuando recriminó al reportero golpeado por policías en Isla, que ¿qué hacía ahí?, o cuando se burla y  se quiere hacer el chistoso con comunicadores que lo cuestionan sobre actos de corrupción. No hila ideas congruentes cuando habla en público y prefiere mejor cantinflear. Vaya, no conoce ni la estructura del gobierno federal, lleva año y casi 4 meses en el cargo y aún no sabe que es el gobierno federal el que decide qué se hace con las playas en Veracruz.

Vetado por AMLO

Lo que al principio era amor sobre hojuelas, ahora el presidente ya no quiere al  gobernador de Veracruz y no lo recibe en Palacio Nacional.

AMLO esta enojado por los índices de violencia que crecen, por los constantes casos de nepotismo y corrupción de él y de sus secretarios y por los pleitos internos de su gabinete,  Cuitláhuac García no gobierna Veracruz, cosa que si hacen tres personajes: Eric Cisneros que controla una parte del Congreso a través del ex vendedor de autos, Javier Gómez Cazarín, los ayuntamientos morenistas y la Fiscalía pues el impuso a Verónica Hernández, el titular de SSP Hugo Gutiérrez Maldonado, que está desapareciendo las policías municipales como lo hiciera en su momento el terrible Arturo Bermúdez Zurita y cada vez se hace más poderoso.

Al grado que ahora Cuitláhuac García le tiene que pedir ayuda a Hugo Gutiérrez Maldonado para que este a su vez le pida a Beatriz Gutiérrez Muller, interceda ante AMLO y este lo reciba.

Es lo que cuentan en el antiplano.

Otro que han caído de la gracia de AMLO y de la secretaria de Energía, Rocío Nahle es el poderoso, por ahora, Eric Cisneros, por sus ambiciones de poder al promover una ley en el Congreso Local para que el secretario de gobierno, o sea él, se quede como gobernador en caso de que Cuitláhuac deje el poder, como se ha venido manejando desde hace varios meses, y por el escándalo que provocó a nivel nacional, la noticia de los vínculos familiares de su fiscal con el narcotráfico.

Acciones nulas por el coronavirus precipitarán su caída.

Ante las nulas acciones del gobernador de Veracruz por la crisis de la pandemia del Covid-19 algunos alcaldes tomaron medidas desde hace tiempo, porque hay ausencia de gobernante a quien nadie le hace caso ni su propio gabinete.

No toma acciones propias y solo replica las órdenes del gobierno federal como si Veracruz no tuviera una geografía política y social distinta. Otro gobierno como lo hemos visto en el pasado, tomaría la batuta de la contingencia, ejecutaría acciones inmediatas, visitaría hospitales, calmaría a la población, se reuniría con empresarios que se verán afectados por la parálisis económica, reuniría a todo su gabinete para  llevar a cabo brigadas informativas y de sensibilización, se reunirá con alcaldes para acordar acciones conjuntas, pero no, no hace nada y lo único que se le ocurrió fue dar clases por televisión.

Cada vez está más solo y es muy probable que se haga realidad la versión de que una vez que cumpla dos años de gobierno, AMLO lo invite al gobierno federal a un puesto insignificante.

Porque AMLO no se va arriesgar que crezca la estabilidad política y la inseguridad en Veracruz y esto provoque que MORENA pierda Veracruz y los veracruzanos le den el voto de castigo en las elecciones intermedias donde se renovarán alcaldías, diputados locales y federales en el 2021.

Así las cosas, triste panorama para Veracruz en el presente y lo que resta en los próximos años con esta que resultó no la Cuarta Transformación, sino la Cuarta Corrupción.

Al tiempo.