Jorge A. González/Tras telón
A punto de entrar a la etapa tres de riesgo de contagio del Coronavirus en México, la mayoría de la población transcurre despreocupada.
Mientras en las conferencias mañaneras y los reportes del medio día el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Hugo López Gatell insisten en las medidas de prevención, los mexicanos poco atienden al llamado.
Ante estas actitudes, otros países han optado por el aislamiento a través de la fuerza pública , alternativa que el gobierno federal ha descartado, claro, eso implica un costo político.
Es cuestión de unos días para que los casos de COVID-19 se incrementen exponencialmente en los hospitales de todo el país; y que quede claro que el convenio que hizo AMLO con los hospitales privados no son para recibir casos de coronavirus, son para aquellos derechohabientes del sector salud con enfermedades, digamos rutinarias, eso permitirá a los hospitales de gobierno liberar la carga, se supone.
Aunque parezca anticipada la compra que el ejecutivo federal hizo a China del material para atender la contingencia, parece que la burocracia se empeña en que no lleguen a tiempo.
Sólo hay que ver las constantes protestas del personal médico que a diario, en la Ciudad de México, realizan por no contar con los aditamentos más indispensables para poder ejercer su trabajo sin ningún temor de contagio.
Y esto nos lleva a la reflexión de que si los hospitales más grandes ubicados en el centro del país, no poseen lo más elemental, qué podemos esperar del resto del sistema de salud tanto estatales como del IMSS.
Se anunció que el gobierno del AMLO destina ya 40 mil millones de pesos para enfrentar la pandemia que azotó a Europa y que ahora tendrá que librar Latinoamérica; una batalla para la que se vislumbra un panorama no muy alentador, afirman los especialistas, tanto por sus economías colapsadas como por sus deficientes sistemas hospitalarios.
No queremos ser catastróficos, aunque sí realistas, y es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador anda con un exceso de confianza, que en momentos parece que erige al mexicano como una raza que aguanta todo, y sí, aguanta todo tipo de corruptelas políticas, no así enfermedades mortíferas.
Así que mejor los convoco a que tomen todas las medidas de higiene por menores que sean, porque lo que viene no es cosa menor. Recordemos que lo que hagamos hoy definirá mañana el paso del coronavirus por nuestro país.
Nos leemos hasta la próxima.
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