Por Alberto Aguirre/
Con un año de diferencia, la disputa por el control de las aduanas de México sigue. En un primer momento —el arranque del sexenio lopezobradorista— la jefa del SAT, Margarita Ríos-Farjat, tuvo que reconvenir públicamente a su entonces subordinado, Ricardo Peralta Saucedo, por acciones que lindaban en la frontera de lo ilegal y una poco discreta promoción personalizada.
Ríos-Farjat dejó esa posición estratégica para ocupar un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al SAT llegó la exoficial mayor de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro, quien encontró en aduanas al senador con licencia Ricardo Ahued Bardahuil.
Los desencuentros entre ambos funcionarios fueron intermitentes, durante los cuatro meses que compartieron la responsabilidad de dirigir los servicios aduanales y de inspección fronteriza. Los “puros” ganaron otra batalla.
11 meses llevaba el exalcalde Xalapa y senador con licencia al frente de la Administración General de Aduanas (AGA), por designación directa del presidente López Obrador. Ahued Bardahuil había aceptado dejar su escaño en la Cámara Alta para ayudar a su “casi paisano” en un momento delicado: Zoé Robledo dejaría la subsecretaría de Gobernación para asumir la dirección del IMSS y la secretaria Olga Sánchez Cordero había solicitado el visto bueno del Ejecutivo para que ocupara la vacante Ricardo Peralta Saucedo, el primer titular de la AGA.
Entre la resistencia y la obediencia, el político veracruzano antepuso la honestidad y la eficiencia en el desempeño de su cargo. Con Ríos-Farjat pudo colaborar, sin fricciones. En los últimos cuatro meses, por el contrario, hay un cúmulo de imposiciones y agravio.
La oficina del administrador general de Aduanas tuvo una funcionalidad comprometida, en la etapa reciente. La administradora central de modernización, Patricia Ortega Pardo, tuvo que tramitar una baja temporal, por motivos de salud. Y el mismo Ahued Bardahuil tuvo que acudir al médico hace tres semanas. En atención a sus indicaciones, guardó reposo, de lo que informó oportunamente a la Secretaría de Hacienda, a la Oficina de la Presidencia y a su superior inmediato.
El administrador general de Aduanas estuvo en observación, en su domicilio. A su oficina, el pasado jueves 16, llegó el oficio 100-2020-037, signado por la titular del SAT. “En virtud de que ha manifestado presentar síntomas de enfermedad respiratoria, además de ubicarse en el sector de la población vulnerable, deberá cumplir resguardo domiciliario corresponsable hasta el 30 de abril del 2020 o hasta la fecha que dicho resguardo resulte aplicable”, dice la notificación, en su parte sustancial.
¿Destitución por contingencia sanitaria? Buenrostro dispuso que en ausencia de Ahued Bardahuil, los administradores centrales y administradores de las aduanas directamente con ella y designó a Martha Patricia Hernández Gutiérrez, administradora central de apoyo jurídico de aduanas, como su enlace.
Fue la última comunicación entre ambos funcionarios. El pasado fin de semana, el consejero jurídico del gobierno federal, Julio Scherer Ibarra, recibió un texto breve, pero puntual sobre los desencuentros entre la titular del SAT y el administrador general de Aduanas.
“¿Y dio positivo a la prueba de Covid-19?”, preguntaron en la Oficina de la Presidencia, a principios de esta semana. “Ni se le practicó ni tuvo que guardar reposo por afecciones respiratorias”, documentaron posteriormente. Ahued Bardahuil fue citado a Palacio Nacional, para acuerdo, el pasado miércoles.
Después de documentar el cumplimiento de las instrucciones presidenciales de “limpiar” las aduanas, el funcionario xalapeño solicitó autorización al Ejecutivo para regresar a su escaño. En vez de eso, le pidieron ocupar otra posición relevante en la Administración Pública Federal, pero esa reubicación se concretaría dentro de seis meses.
Ahued Bardahuil no tramitará su reincorporación al Senado hasta concretar la entrega-recepción con el nuevo administrador general de Aduanas, que deberá designar el secretario de Hacienda, Arturo Herrera. Versiones no confirmadas apuntaban al arribo del diputado federal con licencia, Horacio Duarte Olivares, actual subsecretario del Empleo, dependencia que desaparecería por acuerdo presidencial.
Esta mañana, ambos lopezobradoristas estarán en Palacio Nacional, para resolver su futuro en el corto plazo. Este trance dejaría otro daño colateral: Ernesto Pérez Astorga deberá dejar el escaño que ocupó durante 10 meses y buscar chamba. Su anterior encargo, la secretaría de Desarrollo Económico y Portuario en el gobierno de Veracruz, ahora es ocupada por Enrique Nachón García.
Efectos secundarios
CONSUMIBLES. La delegación del IMSS en Guanajuato entregó el contrato para dotar de cartuchos de impresión nuevos a Grupo Paliba, empresa que ofertó tóneres Lexmark, marca que ha sido descalificada en el IMSS Tamaulipas y Veracruz Norte, por operar con productos remanufacturados y rellenados, además de que su rendimiento es únicamente de 5,000 páginas, mientras que habría de alcanzar para 12,000 páginas, de acuerdo con las bases de la licitación LA-050GYR027-E55-2020. En la delegación Veracruz Norte, el contrato fue asignado a Todo en Toner, empresa que ofertó insumos marca Brother ensamblados en Vietnam, país que no tiene tratado de libre comercio con México, factor que debió ser motivo para ser desechada la propuesta, de acuerdo con los términos de la convocatoria LA-050GYR014-E179-2020.
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