Por Jorge A. González/Tras telón
Con la artillería pesada de los cineastas mexicanos: Alfonso Cuarón, González Iñárritu y Guillermo del Toro se concretó el acuerdo de no desaparecer el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine).
Después de varias horas de diálogo virtual entre la comunidad cinematográfica del país y el diputado federal del partido Morena Mario Delgado, quien hizo la propuesta el pasado 20 de mayo ante el pleno de la Cámara de Diputados.
El legislador propuso en su exposición, derogar disposiciones de la Ley Federal de Cinematografía (del artículo 33 al 38) con el objetivo de disolver el fondo para este rubro, específicamente para esta manifestación de las expresiones artísticas.
Cabe mencionar que el legislador accedió a escuchar todas las versiones de los cineastas que coincidían en la permanencia de este fondo, y que el diputado quería poner a disposición del Ejecutivo Federal para la contingencia de la pandemia.
El año pasado el Fidecine benefició a 13 proyectos fílmicos a partir de la Primera Convocatoria de Proyectos de Producción y Postproducción. El monto total de participación del Fideicomiso fue de $77,775,220.58 pesos.
Entre argumentos para defender el recurso destinado a la difícil actividad de la cinematografía en nuestro país, lucha que se ha dado por años, hubo resultados alentadores luego de que los artistas fueron escuchados, tal y como debería de ser cada vez que un diputado quiera tomar desiciones para legislar con certeza.
En dicha conversación que se denominó como “extraordinaria”, Delgado y sus interlocutores llegaron a tres acuerdos que quedaron inscritos como un compromiso con la comunidad cinematográfica:
1. El Fidecine no desaparecerá.
2. Hacer equipo para plantear estrategias que hagan crecer a la industria.
3. Apoyo a los acuerdos del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE).
Sergio Mayer, diputado de la Comisión de Cultura expuso que Delgado se sumó al reto de fortalecer la cinematografia de México, para lo que propuso una mesa de trabajo.
Así, reconoció la posición de su coordinador y agradeció a la comunidad artística y cultural por su respaldo.
La palabra de Delgado, quien además es Coordinador de la Bancada de Morena en el Congreso, quedó empeñada en este acuerdo, y no imaginamos que el legislador se eche para atrás porque la relación cineasta-medios de comunicación es muy estrecha y cordial como para no arremeter contra un político que no cumple su palabra.
La comunidad cultural celebró esto que hasta entonces es un acuerdo y se encamina hacia una realidad todavía en discusión, pero hay que aceptar que sin la voz de los tres cineastas mexicanos más famosos, quizá el resultado no hubiese sido el mismo.
No obstante, Alejandra Frausto, Secretaria de Cultura no tardó mucho para colgarse la medalla: “Gracias Mario Delgado, Sergio Mayer y legisladoras y legisladores presentes. Gracias, María Novaro. El diálogo ha dado frutos. Gracias a la comunidad porque juntos podemos construir a favor de la cultura de México”.
Fue un buen logro, pero me surge una inquietud. ¿A caso se necesita ser un afamado creador para tener peso y voz para ser escuchado de verdad? Porque me pregunto nuevamente ¿Quién defenderá los recursos de los programas federales de la cultura relacionados con el arte, el teatro, las letras, la danza y la música?
Existen figuras reconocidas mundialmente en estas manifestaciones artísticas, pero no tienen la proyección, los reflectores ni los micrófonos como en el caso de estos tres personajes del celuloide que llegaron a la cúspide del cine mundial.
Y hay que reconocerlo, el resto de los artistas tendrán trayectoria y alcances internacionales, pero no tienen el factor “industria del entretenimiento” que en automático abre las puertas de las redes sociales, televisión, la radio y la prensa, no así el resto de la comunidad artística-cultural.
Siete son los fideicomisos que informó la Secretaría de Cultura desaparecerán, cinco de ellos técnicamente serán meros trámites por que sus recursos se encuentran en ceros, a excepción de dos de ellos: el Fideicomiso para apoyar la construcción del Centro Nacional de las Artes, y el Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural Antropológico, Arqueológico e Histórico de México; ambos que ascienden a un monto de más de 673 millones de pesos.
Los cinco fideicomisos a desaparecer por decreto presidencia son: Fideicomiso para la conservación de la Casa del Risco y Pinacoteca Isidro Fabela; Fideicomiso para la adaptación de los museos Diego Rivera y Frida Kahlo; Fideicomiso irrevocable de administración “Museo Regional de Guadalupe”, Zacatecas; Fideicomiso privado irrevocable de administración de “Santo Domingo de Guzmán”, Chiapas; y Fideicomiso irrevocable de administración Centro “Santo Domingo”, Oaxaca.
Nos leemos hasta la próxima.
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