China. (RT).- El perro de un jubilado chino ha estado esperando tres meses a su dueño en el vestíbulo del hospital Taikang de Wuhan. El hombre falleció cinco días después de ser ingresado a causa de la COVID-19.
La lealtad del pequeño can, de siete años, se ganó los corazones de los trabajadores del centro médico.
Wu Cuifen, una mujer que dirige un supermercado en el edificio, dijo a los periodistas que cuando se enteró de que el dueño del perro había muerto, trató de llevar al animal lejos del hospital, pero fue en vano. Ella se encargó de cuidarlo de forma temporal y lo llamó Xiaobao, o ‘pequeño tesoro’.
El supermercado de Wu Cuifen está en el primer piso del hospital. “Cada mañana, cuando abría, Xiaobao estaba allí esperándome. Me despedía al final de cada día”, dijo.
Sin embargo algunos pacientes han mostrando su descontento por ver a un perro deambulando por el hospital y se quejaron a los jefes de la institución.
Entonces, las enfermeras se pusieron en contacto con una protectora de animales de Wuhan, cuyos miembros ya acogieron a Xiaobao y están buscándole una familia que lo adopte.
PERRITA SUPLICA ANTE ABANDONO
Un hombre abandonó a una perrita y a sus cinco cachorros en el estacionamiento de un refugio para perros en Malasia.
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del lugar, difundidas por el propio refugio, muestran el momento en que la perrita saltó al pecho del sujeto como un gesto para pedirle que no los abandonara.
Los hechos ocurrieron el pasado 12 de mayo. El hombre a bordo de una camioneta, bajó del vehículo una caja con los cinco perritos y después, de la parte trasera sacó a la mamá. Luego de la súplica de la perrita, el señor la apartó, regresó al automóvil y se fue del lugar.
Personal del refugio para perros en situación de calle, Kluang Johor Stray Dogs Home, perteneciente al Persatuan Haiwan Malasia de Malaysia Animal Association, rescató a los animales y se percató de que los cachorros tenían pocos días de nacidos, pues ni siquiera habían abierto los ojos.
Luego de realizarle una valoración médica, los trabajadores del refugio se dieron cuenta de que la perrita presentaba bultos en las mamas, por lo que le aplicaron estudios especializados para descartar que fuera un tipo de cáncer.
Hasta el momento, los veterinarios le han proporcionado medicamentos y aseguraron que la operarán en cuanto deje de amamantar y pueda ser anestesiada.
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