Por José Rojas/Veracruz, Ver.-/ Cada vez son más las quejas de la ciudadanía por el trato deshumanizado de los empleados de la Fiscalía General de Justicia, a cargo de Verónica Hernández Giadáns, que bajo pretexto de respetar las medidas sanitarias por el COVID-19, no asisten a laborar a sus oficinas o sólo van a firmar y se retiran de inmediato.
Las protestas van desde personas que van a presentar su denuncia, por cualquier clase de delito, y el encargado de la dependencia no se encuentra, como ha pasado en últimos días en la Fiscalía de Ciudad Cardel, municipio de La Antigua.
Hasta inconformidades de abogados que asisten con sus representados para algún tipo de diligencia en las Unidades de Atención Temprana, pero la persona a cargo no está porque despachan desde sus casas.
Así sucede con el titular de la Fiscalía Regional Zona Centro Veracruz, que sólo reciben llamadas urgentes, especialmente los fines de semana, lo que ha generado reclamos públicos de asociaciones civiles como las del Colegio de Abogados de la República Mexicana.
El desorden que impera dentro de las oficinas de la FGE afecta principalmente a personas de escasos recursos, víctimas incluso de delitos graves como son la violencia de género, violencia familiar, maltrato infantil, violación y desapariciones forzadas, que tienen que dar vueltas y esperar horas para ser atendidos.
Los mismos empleados de la Fiscalía comentan que hay muchas gente recomendada, con poca o nada de experiencia que están ocupando cargos de importancia, que no saben ni lo que hacen, entonces cómo pueden impartir justicia.
Una señora que prefirió no mencionar su nombre por temor a las represalias manifestó que apenas tienen para su camión de pasaje, y que la han hecho dar vueltas para una cita con la psicóloga, ya que sufre de maltrato familiar y presentó su denuncia.
“Primero me dijeron que tenía que llevar un documento para el Delegado Regional de Servicios Periciales, y que ahí me darían la cita para la psicóloga”, manifestó la mujer, pero resulta que la mandaron al Centro Integral de Justicia en el boulevard Fidel Velázquez en la zona norte de la ciudad y ahí no era.
Luego la enviaron a las oficinas de Servicios Periciales de la FGE, hasta la calle Rafael Cuervo de la colonia Joyas de Mocambo del municipio de Boca del Río, y tampoco la pudieron atender pero todavía la regañaron porque no eran horas de atención al público.
Y su peregrinar aparentemente acabó en el Centro Integral de Justicia, que se encuentra en el fraccionamiento Vista Mar, pero además de recibir malos tratos de los empleados que estaban de turno, todavía le dijeron que tenía que regresar otro día porque no estaba la doctora para la prueba psicológica.
Lo peor de esta situación, es que en ese lugar había otras señoras en la misma condición de desamparo, esperando durante horas para ser atendidas encima de sufrir la violencia familiar de sus parejas, y todavía recibir un trato deshumanizado por estas personas que se dicen servidores públicos.
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