Xalapa, Ver.- La nueva magistrada Itzel Castro Castillo metió a la nómina a quien todos saben es su pareja sentimental desde hace años, un abogado reconocido por haber trabajado de cerca a los duartistas en ese sexenio que todos quisieran olvidar.
Así, está de vuelta en el mundo público el licenciado Alejandro Dávila Vera, al que además de un abultado sueldo, le dieron el cargo de coordinador administrativo del Tribunal de Conciliación y Arbitraje.
Itzel Castro Castillo tomó protesta en meses pasados como autoridad máxima del Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TECA), reemplazando Fernando Charleston Salinas.
Y desde que llegó a ese cargo, cuentan los inconformes con sus movimientos, no ha hecho más que poner patas para arriba tal recinto, acomodando recomendados, recomendadas, parientes y toda clase de personal sin experiencia en ese cargo.
Debe recordarse que Itzel Castro Castillo viene de ser una simple mediadora Centro Estatal de Justicia Alternativa de Veracruz, y de pronto dio el salto a las grandes ligas, como magistrada.
En medio de todo esto, lo que más comentarios negativos está generando al interior del TECA, es que nada se mueve ni se prueba si no está enterado su novio, el abogado Alejandro Dávila Vera, quien es recordado por su pasado a lado de Luis Ángel Bravo Contreras, ex Fiscal General del estado de Veracruz, y ex prófugo de la justicia.
Entre sus escándalos, de recuerdan que cuando fue fiscal regional para la zona centro, en Córdoba, bajo el mando de Luis Ángel Bravo, se incrementaron las desapariciones de personas, especialmente jóvenes.
Fue de este fiscal el que se quejaba amargamente la señora Araceli Salcedo en aquella ocasión en que encaró a Javier Duarte de Ochoa y a su esposa, Karime Macías, por los nulos trabajos de investigación para dar con el paradero de su hija, Fernanda Rubí.
Su incompetencia es recordada ampliamente por las familias con desaparecidos en esa región, pues era bueno para exigir chamba a los elementos, incluso, una vez se supo que, para quedar bien con él, pidieron cooperación entre todos los empleados de la fiscalía en la zona para regalarle una camioneta Blaizer, el día de su cumpleaños. Pero ni aún así cumplía con su obligación.
Cada día es mas evidente que Cuitláhuac García mantiene un pacto con Javier Duarte pues los funcionarios que operaron en el duartismo, continúan ocupando cargos importantes, en evidente pago de favores.
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