Xalapa, Ver. Delitos de alto impacto como el secuestro y la extorsión han regresado de nueva cuenta a la región de Acayucan. Pese al arribo de la Fuerza Civil para luchar contra los cárteles de la droga, lo cierto es que los malos que se habían ido, huyendo de la justicia, están de vuelta.
Desde finales de junio pasado, la Fuerza Civil tomó el control de la seguridad en Acayucan, que tienen bajo su mando municipios como Texistepec, Soconusco, Jesús Carranza, San Juan Evangelista, Sayula de Alemán y Oluta.
Antes del arribo de la FC, la seguridad estaba en manos de elementos de la Policía estatal, quienes fueron sacados ante la presión de muy marcados grupos de la delincuencia organizada ligados a José Roberto Sánchez Cortés, alias El 80 o Webochas.
Hasta antes de la llegada de la Fuerza Civil, la Policía estatal dio de baja a varios criminales y detuvo a otros tantos, se dieron duros golpes a la delincuencia asegurando bodegas y otros espacios que usaban para sus actividades ilícitas.
A finales de abril pasado, por ejemplo, la policía dio con la bodega de la organización Sé Cortés, que encabeza Juan Manuel Ruiz Aca, ex empleado de El 80 cuando éste era elemento de la Fiscalía General del estado.
Dentro de esa bodega, ubicada en la colonia Miguel Alemán, de Acayucan, se encontraron cuantiosos artículos de dudosa procedencia que eran repartidos por la organización Sé Cortés como una estrategia de El 80 para posicionarse entre personas de bajos recursos.
Además el diciembre de 2019, en Almagres, es detenida la agente municipal, Margarita Patricio Morales, alias La Potra, quien resultó a acusada de diversos delitos al encontrar en su rancho tractocamiones con reporte de robo.
Y aunque había protestas de grupos sociales demandando la salida de la Policía Estatal, en su mayoría eran impulsados por intereses soterrados del mundo criminal, manipulando especialmente a mujeres, desde entonces, los elementos que comanda el actual delegado de la Fuerza Civil en Acayucan, José Manuel Cruz Gallejos, alias el Pochis, solo han tenido golpes de suerte, pocos resultados y mucha tibieza con los delincuentes.
Como pasó como Albert Chávez, ex actor de Televisa secuestrado en Acayucan, por quien la familia pagó un rescate, y fue abandonado después de que sus seres queridos se vieron en la penosa situación de tratar con esos asesinos para pagar y que no le hicieran nada al histrión.
El delegado Cruz Gallegos rápidamente informó a sus superiores que había logrado el salvar a la víctima sin el pago de dinero, lo cual después se supo que era mentira, que nunca intervino y que la suerte estuvo de su lado porque la familia le avisó donde sería abandonado el actor.
Situación similar el abatimiento de los cuatro criminales la semana pasada en Texistepec, entre ellos Jesús Antonio González Hernández, El Pollo, quien ya había sido detenido a finales de junio pasado, junto a su célula delictiva, por parte de la SSP, pero un juez en Coatzacoalcos los dejó en libertad.
Después de esa detención, y al saber que era asediado por los estatales, al igual que otros criminales, El Pollo y su banda huyeron de Acayucan para evitar ser capturados abatidos por los azules.
Pero la gran sorpresa para los pobladores de Acayucan que ya estaban gozando de un poco de paz, ante lo blando que llegó el actual delegado José Manuel Cruz Gallegos, los criminales regresaron a seguir lastimando inocentes, de hecho, paseándose tranquilamente ante la mirada de propios y extraños.
Tal como quedó demostrada con la presencia de alias El Pollo en ese punto donde le dieron muerte, el pasado miércoles, transportando a un comerciante que horas antes había sido privado de la libertad, y por quien pedían una fuerte suma de dinero solo por cometer un delito: trabajar de manera derecha de sol a sol.
El Pollo, como toda una larga lista de malandrines que les gusta la buena vida sin trabajar, regresaron al corredor Sayula, Acayucan Oluta, Jesús Carranza, Soconusco y Texistepec ante la pasividad del delegado de la FC, José Manuel Cruz Gallegos, cuyos elementos pareciera que tienen la consigna de no molestar a estos delincuentes.
En el pueblo la gente desliza la posibilidad de un acuerdo entre los enemigos de la justicia y el mando multicitado en esa delegación, pues es evidente que las ejecuciones se han pausado y ello genera una sensación de paz, pero por debajo, el cobro de piso y el secuestro están volviendo a sonar.
La neutralización de El Pollo, se sabe, se dio por una coincidencia cuando una patrulla de la FC, ni si quiera la del delegado, les hizo un alto para revisarlos, y vino el intercambio de balazos. Fue horas después de que se percataron el calibre de maleante que habían dado de baja por casualidad.
Casos como el de El Pollo y su banda, sobran en Acayucan, solo con pararse en las plazas públicas, en bares y hasta en oficinas municipales, se pueden mirar a los famosos criminales que mantienen aterrorizada a la región de vuelta, búrlandose de la autoridad.
Aunque pareciera que en Acayucan hay calma, pues la máquina de las ejecuciones fue detenida inexplicablemente, el secuestro, el despojo y la extorsión están a la orden día, y los habitantes de estos municipios lo sufren y padecen.
Igualmente, delitos como el robo en carretera federal transistmica a la altura de Sayula de Alemán, se están comenzando a sonar constantemente por la presencia de los criminales que están de vuelta operando como viles piratas del asfalto.
El triángulo entre esos municipios del sur, de nueva cuenta son recurrentes los asaltos a camiones con carga de alto valor comercial en el mercado negro, y que en el mejor de los casos terminan en manos de los alcaldes aliados de la delincuencia, para sus negocios personales, así como en bodegas de AC de dudosa moralidad.
Dejen de proteger a José Roberto Sánchez Cortés y detenganlo. No le tengan miedo a ese bastardo