Por: Jorge A. González/ El pasado martes falleció a la edad de 87 años el capitán Vital Alsar Ramírez, en la ciudad de Acapulco, Guerrero; así lo dio a conocer uno de sus amigos en redes sociales radicados en Veracruz, entre ellos el empresarios español Juan Carlos Cobo-Losey Álvarez.
Sin mencionar la causa de su muerte, el amante de la mar fue considerado por la comunidad marítima como un explorador aventurero español (1933-2020, Santander, España) por sus hazañas en alta mar, sabio de la navegación y sus retos volcados a La Paz mundial.
“Vital no ha sido una persona común, ha realizado proezas que la mayoría ni siquiera visualizaríamos en la imaginación, como cruzar tres veces el Pacífico en balsa y probar en carne propia que se puede sobrevivir en el mar con sólo agua salada por un mes, sabiéndolo hacer”, revela Cobo Losey.
El personaje realizó importantes expediciones al recorrer incontables millas marítimas como Ecuador-Australia, en la balsa La Pacífic en 1966; Ecuador-Australia, La Bals en 1970; y Ecuador-Australia, Las Balsas en 1973.
En 1977 emprende la expedición “Francisco de Orellana”, tal como hiciera el histórico explorador, remontando el río Babahoyo con seis balsas, atravesar a pie los Andes y construir tres galeones en plena selva a orillas del Napo, bajar con los mismos por el Amazonas y llegar hasta España.
Desafortunadamente fue interceptado en Belén do Pará y al año siguiente rescató los galeones, los transporta hasta Tampico (México) e inicia la expedición “El Hombre y Mar”, que continúa la expedición “Francisco de Orellana” y que concluyó en Santander, aprovechando la corriente del Gulf Stream.
Para 1980 realiza la expedición México-España-México, de la que nació en 1980 el proyecto «Mar, hombre y paz», en el que llevó el trapo blanco alrededor del mundo, a bordo de “La Marigalante”. Buque construido bajo la supervisión de Carlos Camarero, en Alvarado, Veracruz; como una réplica de una de las tres carabelas del Cristobal Colón: La Santa María.
Cozumel México – Grecia – México: fue la última expedición de Vital hecha en 2009-2010 a bordo de un impresionante trimarán de madera construido a mano en el puerto de Alvarado y de nombre “Zamná” (el dios maya del conocimiento), proyecto que se llamó «El Niño, La Mar y La Paz», y que también fue mensajero de la Paz.
Para 1987 emprende la travesía entre Alvarado (México) hasta Santoña, para rendir homenaje a Juan de la Cosa; después arribó a Santander, el puerto gallego de Bayona, Palos de Moguer, Sevilla y volvió al año siguiente a Guayaquil.
En 1992 volvería a realizar con esta nave la travesía entre Veracruz (México) y España, en conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América.
El capitán, en su juventud, leyó un libro sobre la Kon-Tiki: la expedición que Thor Heyerdahl realizó sobre una balsa a lo largo del Pacífico, navegación a vela de 3,770 millas náuticas (6,982 km) y fue esta lectura la que provocó su interés por imitar la proeza años después en Montreal.
Alsar Ramírez escribió cuatro libros, algunos en los que cuenta sus hazañas y experiencias en la mar: La Balsa (1973), ¿Por qué imposible? (1976), Expedición Balsa (1975) y En la estela de Orellana (2005). Estableció el récord de navegación más larga a bordo de una balsa, en una travesía entre Guayaquil, Ecuador y Mooloolaba, en Australia, a lo cual sobrevivió bebiendo a el agua de mar, repitiendo la aventura en 1973 con tres embarcaciones, mediante 179 días de navegación.
El navegante recibió diversos premios por su trayectoria, algunos de parte de la Sociedad Geográfica Española, de la Adena Internacional, de la Sociedad para la Protección de la Naturaleza; esta último está representado por un «Delfín dorado» de Salvador Dalí , que compartió con Philippe Cousteau.
En 1973, su primera expedición Guayaquil-Ecuador y Mooloolaba fracasó al resultar averiada su balsa, quien fue salvado por otra embarcación, no obstante, logró el récord mundial de mayor tiempo de navegación en balsa.
El capitán nació en el popular barrio santanderino de Quinta Porrúa, siendo alumno del Colegio Lasalle y realizó los estudios de Profesor Mercantil también en su ciudad natal. Hizo sus prácticas de las Milicias Universitarias en la Legión Extranjera en Marruecos y después realizó estudios de idiomas en Francia, Alemania y Canadá, al trabajar en este último país, donde abre un inusitado mundo de posibilidades a sus inquietudes.
“Hoy 15 de septiembre del 2020 muere un rey, mi compañero, padre de mis dos hijas y un hombre de fuerza inmensa. Fuerza física y fe absoluta de ese poder superior, hombre fiel, soñador, luchador de sus sueños, logrando todo lo que se propuso a costa de esfuerzos casi inhumanos”, escribió en redes sociales su viuda Denisse Tarriba.
En su escrito lo define como un gran conversador, creador de ideas, amigo leal, siempre pensando que todo el mundo debe vivir bien, nunca entendió por qué la gente no tenía atención médica de calidad, una casa digna y educación de primera categoría para sus hijos. Hombre bueno, siempre actuó con el y desde el corazón. Nunca entendió la política ni los malos actos de los seres humanos.
“Fue mi compañero, el hombre de mi vida, me quedo tranquila porque sé que está en un lugar maravilloso, acompañado de muchos seres queridos y con la consciencia tranquila. No me despido de ti, porque siempre dijiste que en la próxima vida estaríamos juntos y así será, amado esposo mío. Te extraño demasiado. Te amaré por siempre”, así se despidió su viuda.
¡Excelente e interesante artículo! Mil gracias