Manifestaciones violentas

Las marchas donde se destroza mobiliario público sin problema deja ver que a las autoridades les tiembla  la mano para poner orden y evitar el caos que provocan las y los anarquistas.
- en Opinión

Como si no tuviéramos suficientes problemas en México,  periódicamente salen a la calle grupos de mujeres radicales para manifestarse de manera  violenta y exigir aborto libre, seguro y gratuito.

Olvidan que el derecho a la libre manifestación que consagran nuestras leyes, establece la obligación de que dichas protestas sean respetuosas y  ordenadas, lo que en casos como éstos  definitivamente no se dan.

Los grupos extremistas debidamente ideologizados salen cegados de furia y rencor social a golpear  con martillos y palos a las mujeres policías de la CDMX; a  insultarlas, agredirlas y humillarlas. Aparte, han destruido y quemado el mobiliario urbano y las fachadas de comercios y oficinas propiedad de ciudadanos pacíficos que pagan impuestos y que no tienen nada que ver con sus demandas, ni con su ira.

En el caso de Xalapa, la capital del estado de Veracruz, en no pocas ocasiones han destrozado fachadas de comercios e ido a pintarrajear la Catedral y a romper la puerta de la iglesia del Beaterio, lo cual constituye una total falta de respeto y un agravio para la feligresía.

Dan la impresión de que lejos de querer ser escuchadas, han salido solamente a provocar a las autoridades a quienes  por cierto les tiembla  la mano para poner orden y evitar el caos que provocan las anarquistas.

Por eso dejan hacer a sus anchas a las manifestantes violentas, quedando inerme la ciudadanía, a merced de los vándalos.  Los destrozos que hacen no les cuestan a los políticos. Los ciudadanos pacíficos tienen que pagar de su bolsillo los daños ocasionados a sus propiedades.

Piden las manifestantes que las leyes les permitan abortar a sus hijos. A esto se le llama ASESINATO y va en contra del derecho a la vida, que es el más importante de todos y cualquier sociedad civilizada tiene el deber ineludible de proteger.

Dicen las manifestantes que tienen el derecho a decidir sobre su cuerpo, lo cual es cierto. Sólo hay que aclararles, que el cuerpo de quienes llevan en el vientre, no es el suyo, sino el de otra persona distinta. Prueba de ello es que una mujer puede engendrar a un hijo varón. Esos niños inocentes tienen que ser protegidos por la comunidad y por las leyes para que no caigamos en la barbarie.

Por otro lado, al pedir que el aborto sea gratuito,  pretenden que entre todos los contribuyentes les  paguemos el costo de sus abortos, lo cual representa un disparate y un jugoso negocio para las clínicas que los practican. Muchas de éstas, por conveniencia económica promueven y patrocinan esta clase de movimientos.

No cabe duda de que la sociedad está de cabeza y que con esos radicalismos destructores haciendo de las suyas, difícilmente lograremos la unidad que tanto necesitamos para resolver nuestros problemas ancestrales.

Pobre México!. Tal parece que vamos de mal en peor. Los cambios, cuando se dan, deben de ser siempre para mejorar, nunca para retroceder.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen inicio de semana.

 

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