50 mil dólares mensuales pagaba el Chapo a generales para que brindaran protección al Cártel de Sinaloa, según DEA

Moisés Melo García en la lista de la DEA, E.U lo busca era otro de los que trabajaban para el cartel de Sinaloa

EMEEQUIS.– La agencia antidrogas del gobierno de Estados Unidos, la DEA, tiene en su lista negra a otro general retirado del Ejército mexicano por presuntamente haber colaborado con el Cártel de Sinaloa.

El nombre del condecorado militar está en la mira de los estadounidenses desde hace al menos un par de años, debido a que se mencionó en varias ocasiones durante el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Pero ha vuelto a cobrar relevancia, porque forma parte del influyente grupo conocido dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional como “El Sindicato”, al que también pertenecía el exsecretario y general retirado Salvador Cienfuegos Zepeda, hoy detenido en Estados Unidos.

Se trata del general en retiro Moisés Melo García, quien entre 2010 y 2014 fue comandante de la Novena Zona Militar y de la Tercera Región Militar, que abarcan Durango y Sinaloa, los principales bastiones de Joaquín Guzmán Loera.

Fue en 2014 cuando el capo sinaloense fue detenido por segunda ocasión en Mazatlán, Sinaloa, pero no por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, sino por miembros de la Secretaría de Marina, que en aquellos años desconfiaban de los generales verde olivo, por sospechar que estaban coludidos con el crimen organizado.

TRES TELÉFONOS ALERTAN A LA DEA

La relación entre el militar de cuatro estrellas doradas y quien fuera el narcotraficante más poderoso del mundo está trazada en las presuntas comunicaciones privadas entre ambos, en tres teléfonos que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha identificado como propiedad del “Chapo” Guzmán, según una fuente de la DEA consultada por EMEEQUIS y quien ha tenido acceso a los pormenores de las investigaciones.

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En los mensajes interceptados, asegura la fuente, se distingue una abierta relación de “compadrazgo” entre el general en retiro Moisés Melo García y la plana mayor del Cártel de Sinaloa, quienes le pedirían apoyo para realizar actividades ilícitas sin ser molestados por la tropa que vigilaba las calles del estado.

La “colaboración” también incluía alertar a miembros del Cártel de Sinaloa en caso de que grupos contrarios quisieran entrar a sus principales bastiones, así como decomisar drogas y armas a los adversarios de Joaquín “El Chapo” Guzmán, según la investigación que se sigue en Estados Unidos.

Esa relación se habría extendido más allá del 2014, pues semanas después de que el general Moisés Melo García se despidió del mando militar, el entonces gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, le ofreció ser coordinador de Seguridad Pública del Estado.

“TUVO BALAS, MUERTOS Y ESCÁNDALOS”

Cuando trascendió en la prensa local que el general en retiro Moisés Melo García se uniría al gabinete de seguridad de Sinaloa, el periodista Javier Valdez, decano de la investigación del crimen organizado en su estado –asesinado en 2015–, escribió sobre los presuntos nexos delictivos del general en retiro.

“El general Moisés Melo García tuvo balas, muertos –incluso con uniforme verde olivo–, y episodios de escándalo, a su paso por la novena Zona y Tercera Región Militar, con sede en esta entidad.

“El 2 de mayo de ese año, murieron luego de una cruenta batalla alrededor de 10 pistoleros de este grupo criminal (los Beltrán-Leyva) y dos elementos del Ejército. Con esta y otras acciones militares comandadas por el general Moisés Melo fue evidente su incorporación a la estrategia policiaca del gobernador Mario López Valdez de combatir a los enemigos del Cártel de Sinaloa”,  escribió Javier Valdéz en su columna “Malayerba” del 2 de febrero de 2014.

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Esos pactos eran un secreto a voces en el estado que hoy el gobierno de Estados Unidos pretende confirmar con pruebas documentales.

“La DEA tiene dudas razonables para pensar que el general y el conocido narcotraficante tenían una relación estrecha desde que Moisés Melo García era comandante en 2007 en Durango y apoyó al Cártel de Sinaloa en su lucha contra Los Zetas en la zona de La Laguna.

“Luego, la DEA considera que Moisés Melo García se hizo de más y mejores cargos y siguió colaborando con el Cártel de 2010 a 2014 como militar activo y luego como militar en retiro a cargo de la policía de Sinaloa”, contó la fuente consultada.

LOS NEXOS OSCUROS DEL GENERAL

Esa colaboración habría terminado en 2016, el año en que el entonces mandatario Mario López Valdez –un veterano priísta que se pasó a Acción Nacional cuando su partido no quiso postularlo para gobernador– concluyó su sexenio y Joaquín “El Chapo” Guzmán fue aprehendido, por tercera y última vez, por personal de la Secretaría de Marina.

Un nexo más es estudiado con lupa por la DEA: como coordinador estatal de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa, el general en retiro Moisés Melo García trabajó codo a codo con Jesús Aguilar Íñiguez, conocido como “Chuytoño”, el temible director de la policía ministerial del estado.

Los rumores de que “Chuytoño” colaboraba con el Cártel de Sinaloa han circulado por años en el estado, pero alcanzaron un nuevo nivel cuando Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, testificó en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán que su papá, “El Mayo” Zambada, ordenó poner “Chuytoño” (fallecido por Covid hace unos meses) como director de la policía ministerial y que otros militares de alto rango estaban en la nómina del Cártel en aquellos años.

CINCUENTA MIL DÓLARES MENSUALES POR GENERAL

De acuerdo con las declaraciones de “El Vicentillo”, su papá –mano derecha de “El Chapo” Guzmán– solía pagar 50 mil dólares mensuales a generales para que brindaran protección al Cártel de Sinaloa, además de regalos cada fin de año y gratificaciones esporádicas.

Entre los militares de alto rango mencionados por “El Vicentillo” estaban el coronel Marco Antonio de León Adams, apodado “El Chicles”, quien fungió como oficial mayor de la Sedena en el sexenio de Felipe Calderón; el general Humberto Eduardo Antimo Miranda, quien también fue oficial mayor del Ejército pero con Vicente Fox Quesada; y Roberto Francisco Miranda Moreno, general de división y exjefe del Estado Mayor Presidencial con Enrique Peña Nieto.

Ahora, la DEA ha sumado un cuarto nombre a su lista negra: el general en retiro Moisés Melo García, presunto “compadre” de Joaquín “El Chapo” Guzmán y de quien hoy el gobierno de Estados Unidos desconoce su paradero.

 

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