Aumenta el interés por reformar la vivienda tras la pandemia

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Se ha revelado que ha habido un incremento sustancial en la intención de hacer reformas de mejoras y mantenimiento en todo el país. Este fenómeno se ha comenzado a ver desde finales de mayo, cuando se levantaron las restricciones para hacer obras en viviendas que ya estaban siendo habitadas.

Normalmente, la disposición suele aumentar durante los meses del verano porque son los propicios para hacer esta clase de trabajos. Las condiciones climáticas son bastante favorables, tanto para que los trabajadores se trasladen al sitio en cuestión como para trabajar en exteriores con comodidad. Este año no fue la excepción a pesar de que en abril la intención había bajado en un 75%.

¿A qué se debe este auge?

Más allá del levantamiento de las restricciones del sector de construcción, sí ha habido un factor social que ha impulsado el interés. Las personas han comenzado a percatarse de las deficiencias de sus hogares después de pasar tanto tiempo en casa, cuando antes ninguna de ellas parecía relevante.

Además, la cantidad de tiempo libre también ha conllevado a pensar en las posibilidades de mejoras que pueden tener estos desperfectos. Ya no solo se trata de estar cómodos durante el confinamiento, sino también de mantener el hogar en el mejor estado posible para sentirse cómodos.

Desde el inicio de la pandemia, se han multiplicado por cuatro la cantidad de personas interesadas en conocer el estado real de sus casas. Hoy en día, parece más importante el bienestar que nunca, algo que parece que se va a ver acentuado a medida que se vayan recuperando las actividades habituales.

¿Cuáles son las reformas que más se van a ver?

Por ahora, las reformas más frecuentes son las que se realizan en cocinas y baños por cuestiones de practicidad durante la pandemia. Resulta necesario ampliar el espacio para limpiar las compras, y mantener la higiene personal, ya que es una de las medidas sanitarias recomendadas.

Sin embargo, han incrementado considerablemente los acondicionamientos de residencias para las vacaciones. Esto tiene sentido en un panorama en el que resulta más económico ir a un hogar destinado para eso durante las temporadas libres, en lugar de pagar alquileres y demás.

Después de la pandemia, el panorama puede cambiar un poco hacia otra dirección. Ya los países han comenzado a acelerar el proceso de la revolución digital, que estaba previsto para dentro de 5 años aproximadamente. Con ello, parece que va a haber un cambio significativo en la vida de las personas.

Ya en los hogares hicieron cambios necesarios para el teletrabajo, pero todavía no son suficientes. Hay que pensar que muchas personas tienen planes de optimizar un nuevo lugar para este fin, para lo cual es necesaria una reforma relativamente grande.

Por otro lado, hay un creciente interés por pasar la página, y superar al fin la era del confinamiento. Es normal que una buena parte de la población tenga dentro de sus planes hacer cambios significativos en sus recamaras, puesto que es lugar más personal. Es algo que no se puede tomar a la ligera, viendo que se trata del espacio que más tiempo se ocupa.

Necesidades que ahora sí son prioritarias

Parece ser que todas las nuevas reformas van a estar orientadas a actualizaciones importantes en la casa que se habían ido posponiendo con el paso del tiempo. Sin embargo, ahora parece muy necesario llevar a cabo esos proyectos que parecían carecer de importancia, o que ni siquiera se habían concebido.

Es por ello que se ha incrementado considerablemente el número de contrataciones de personal para hacerle un mantenimiento apropiado al inmueble. El reemplazo de tubería de electricidad y agua, así como el acondicionamiento apropiado para un lugar de trabajo son de las reformas más comunes que se estiman se van a realizar en los próximos meses.

Todas las reformas van a estar más orientadas a generar bienestar, y no tanto hacia la parte de la estética. La idea de la comodidad en el hogar parece estar más presente que nunca.

Las casas del futuro

En el 2017 comenzó a popularizarse la idea de una casa inteligente gracias al Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), y parece más viable que nunca. Los avances tecnológicos han llegado más rápido de lo esperado, y este año ha servido para demostrar la necesidad de dar un paso más allá en el estilo de vida moderno.

No va a ser extraño que se pueda controlar toda la casa desde el móvil o la tablet. Las luces se van a encender con un solo gesto de la mano o una orden dada al asistente virtual. Y se va a encender la radio en las mañanas para colocar la música favorita del dueño como su despertador personalizado.

Todo esto probablemente vaya a comenzar a ser parte de la realidad de los países en los que se está trabajando fehacientemente en la llegada de las nuevas tecnologías. No parece tan descabellado viendo que la pandemia ha obligado a adoptar un estilo de vida similar, pero demasiado prematuro que todavía necesita evolucionar.

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