Repartiendo responsabilidades y tareas

Es importante que reflexione su sufragio el próximo año, le urge al país un equilibrio de poderes, para que el país, no siga en picada como hasta ahora.

Tanto autoridades como ciudadanos tenemos la obligación de hacer todo lo que sea necesario para evitarle mayores males a México, de manera que la crisis sanitaria, la crisis económica y el desempleo no nos lleguen a causar mayores estragos.

La epidemia solamente se va a  controlar destinando mayores recursos al sector salud y exigiendo el cumplimiento de las medidas preventivas aconsejadas por los organismos internacionales.

Si no hacemos pronto lo correcto, terminaremos este año con 120 mil decesos y de continuar igual, para finales del año próximo serían  hasta 280 mil fallecidos por causa del COVID; cifras terriblemente elevadas que solamente consideran las muertes oficialmente reconocidas por causa de esa enfermedad. Hay quienes aseguran que en  realidad son mucho más.

Respecto a la economía, las autoridades deben entender que necesitan reactivarla a como dé lugar, pero asegurándose previamente de que todos los ciudadanos sigamos los protocolos establecidos para evitar mayores contagios.

Eso no es todo. También tienen que darles una tregua a los empresarios. Basta ya de atacarlos, de acosarlos y de cambiarles a cada rato las reglas del juego. Esto es poco serio y no le da certidumbre a ningún inversionista. Hay que generar confianza; no espantarlos, porque simplemente o no invierten o lo  harán donde se les garantice seguridad y estabilidad. Esto aplica principalmente a los inversionistas extranjeros que nos traen  capital, empleo y tecnología que aquí no tenemos. El micro, pequeño y mediano empresario mexicano no tiene esa opción. Debe de seguir luchando aquí, para no perder el fruto de tantos años de esfuerzo y de sacrificios.

Eso deberíamos haberlo ya entendido.

Por otro lado, recordemos que nuestros compatriotas necesitan empleo con urgencia.

Por favor, ya no atosiguen con requerimientos absurdos ni con trámites tortuosos a quienes están ahora, más que nunca, dedicados a salvar de la quiebra a sus empresas.

No maltraten a quienes pueden crear las fuentes de trabajo que tanto necesitamos.

A quienes con sus impuestos ayudan a sostener al gobierno.

Respecto al tema del outsourcing, es posible que éste requiera de algunos ajustes. Pero suprimirlo de tajo por cuestiones políticas y presiones sindicales en momentos tan complejos para el país, solo provocará mayor desempleo. Algunas  maquiladoras que utilizan ese sistema para operar, buscarán la automatización y por lo tanto reducirán su plantilla laboral. Otras de plano se irán de México,  lo que empeorará la situación.

Todo esto lo puede moderar y en su caso corregir el Poder Legislativo. Desafortunadamente ambas cámaras están controladas por un grupo mayoritario de legisladores, cuyas prioridades no son ni la economía, ni la salud, ni el empleo; sino la imposición de una agenda ideológica de izquierda disfrazada de progresista.

Algunos legisladores afines a esa corriente  política, están más preocupados por la legalización de la marihuana, del aborto y de los matrimonios entre personas del mismo sexo; como si  esto fuera prioritario y además sinónimo de progreso. Como si la mayoría de los ciudadanos lo hubieran pedido; sin darse cuenta esos políticos de que en estos momentos las verdaderas necesidades de la sociedad son muy distintas.

Por eso requerimos tener una Cámara de Diputados sensata, que sirva de contrapeso a las decisiones del Ejecutivo. Que lo apoye sin regateos en todo lo que sea bueno para el país, pero que también sepa decirle no a aquello que resulte lesivo para México.

En las elecciones del 2021 tendremos esa oportunidad. Ojalá y no la dejemos pasar. Después ya no habrá tiempo para lamentos, reclamos, ni arrepentimientos.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana.

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