CDMX.- Desde hace algunas semanas, Manuel Bartlett ha comenzado a sostener reuniones por la aplicación de zoom con ministros de la Suprema Corte. El objetivo de esos intercambios es blindar judicialmente la política energética del Gobierno y buscar los resultados favorables que Rocio Nahle, el titular de CFE entiende, no ha conseguido por falta de habilidad política y negociación.
Ninguna reforma de Nahle ha atravesado el filtro judicial. Y ahora Bartlett parece ir por un sendero similar, si se considera que la reforma eléctrica ya rechazada por un juez.
Según se cuenta en la Corte, Bartlett y Nahle, aunque crean ser diferentes, en sus conversaciones con los ministros hablan demasiado de soberanía energética pero muy poco de derecho. Quieren teorizar sobre el negocia de la energía, la distribución, la autonomía de abasto pero en realidad, como deslizó una ministra en las últimas horas, lo que ambos requieren es un buen abogado.
Con Bartlett, de hecho, hay una inquietud superior entre los ministros porque algunas definiciones del directivo de CFE caen, sin excusas, en el terreno de la incoherencia argumental. «El viene con los mismos conceptos que le dice al presidente, y cómo el presidente le dice que si, piensa que aquí será similar, es una noción que atrasa al menos 30 años», comenta un ministro.
Julio Scherer, consejero jurídico de la Presidencia y el enlace principal entre la 4T y la Corte, se mantiene al margen de estas cuestiones en el máximo tribunal y ha decidido que Bartlett pruebe sus chances. Es obvio: conoce el resultado de antemano.
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