Para los mayores de 30 años, probablemente fue el faro que guio su primer viaje al extranjero. Los menores de 30, sin embargo, quizá se pregunten el porqué de su éxito.
La guía de viaje clásica, popularizada por editoras como Lonely Planet, era lo primero que los mochileros metían en su equipaje, pero la caída del 40 % que sufrieron sus ventas entre 2005 y 2012 dio a entender que tenían los días contados.
Sin embargo, en pleno 2021, todavía hay guías impresas de mucho éxito y, de hecho, siguen siendo la fuente de información de referencia de muchos viajeros. ¿Cómo han logrado sobrevivir? En este artículo analizaremos los motivos por los que las guías de viaje se niegan a desaparecer.
La era digital
En el mundo digital en que vivimos, nos hemos acostumbrado a tenerlo todo al alcance de un clic, y con más variedad que nunca. Si buscamos zapatillas deportivas, una página de comparación de precios nos ayudará a encontrar las más económicas; si queremos jugar a la lotería, hay sitios web que reúnen cientos de operadores; aunque a las guías de viaje les costó adaptarse a internet, ahora abundan las páginas interactivas en las que basta con clicar en un destino para obtener la guía del mismo.
Y no podemos obviar las aplicaciones y los libros electrónicos, que además de atractivos resultan más económicos y ligeros que las guías impresas, lo cual supone un alto valor añadido para los viajeros. Un simple toque en el celular nos ofrece toda la información que necesitamos.
Aunque la lógica invita a pensar que esto podría suponer el fin de las guías impresas, lo cierto es que no es así. Las guías en línea son breves y actúan como reclamo de las ediciones impresas: si a alguien le gusta el estilo de la guía digital, es posible que adquiera la versión física para leerla en el tren o en la playa. Además, funcionan bien como regalo de cumpleaños: lo único malo es que no incluyen también el viaje.
Las guías impresas son también un buen recordatorio de los viajes que hemos hecho, y sirven para decir «Yo he estado allí» a los familiares y amigos que curiosean nuestras estanterías.
Facilidad de uso
Las guías de viaje digitales pueden incluir mapas y gráficos incongruentes. Se trata de un problema habitual: pasar de un documento en línea a otro puede resultar complicado, en especial desde un dispositivo móvil.
Las copias físicas siguen ofreciendo una experiencia de uso más agradable. La presentación es más clara, los gráficos son más fáciles de leer y mucha gente sigue prefiriendo las ventajas de leer en papel y no en pantalla. Las guías impresas suelen incluir un mapa desplegable que resulta más fácil de consultar que los mapas del celular.
Esto no quiere decir que las cosas no puedan cambiar. La tecnología avanza tan rápidamente que, con toda probabilidad, las guías electrónicas ofrecerán pronto funciones más interactivas, con mapas ampliables y con una resolución más alta.
Pero, de momento, muchos usuarios continúan prefiriendo el libro a la pantalla.
Tendencia hacia libros más especializados
Las guías impresas han sobrevivido también gracias a otro factor: el mercado nicho. Los viajeros especialmente interesados en algo muy concreto suelen encontrar mucha información inútil en internet, como los miles de opiniones de TripAdvisor y Google, que en ocasiones están manipuladas por la inteligente estrategia de marketing de un establecimiento o restaurante: no debemos olvidar nunca que la puntuación más alta no siempre indica la mejor oferta.
Aunque esta información puede resultar útil para alguien que necesita encontrar algo rápido, no tiene por qué satisfacer a alguien que ya conoce bien un mercado determinado y busca algo nuevo que le sorprenda.
La saturación de información que ofrece internet ha motivado la aparición de guías de viaje especializadas, normalmente en versión impresa. Cosas como un paseo por los orígenes de García Márquez en Colombia o una recopilación de los mejores restaurantes de gastronomía criolla de Río de Janeiro no suelen encontrarse entre los habituales libros electrónicos de internet.
Asimismo, la gente que quiere hacer el viaje de su vida necesita algo más que el típico artículo de internet para planificarlo, por lo que está dispuesta a invertir en algo más concreto, con mayor investigación y autoridad.
Aunque las guías en línea son una herramienta útil para el gran público, siempre habrá un nicho de mercado que necesite algo más especializado, que es lo que ofrecen ciertas guías impresas.
¿Un futuro digital?
Aunque las guías impresas han sabido adaptarse a los cambios, es posible que su final esté cerca. Los avances tecnológicos son su mayor amenaza. En cuanto las guías electrónicas ofrezcan un servicio completo que incluya mapas interactivos y vídeos, las guías impresas podrían caer en el olvido.
La llegada del 5G podría precipitar los hechos, ya que la inteligencia artificial nos ofrecerá posibilidades nunca vistas, como visitas guiadas que nos sitúan virtualmente en nuestro destino o como la organización automática de nuestro viaje una vez decidido el destino. Incluso los libros especializados podrían tener difícil su existencia en la era hiperdigital, ya que esta nos permitiría acceder a cualquier tipo de información nicho en cuestión de segundos.
Un futuro digital como este podría suponer un salto demasiado grande para las guías impresas, que sucumbirían definitivamente ante las guías electrónicas.
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