Ciudad de México, 13 de agosto (RT).- La sonda espacial Solar Orbiter de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) pasó el lunes a 7 mil 995 kilómetros de la superficie de Venus.
El fin de la maniobra fue aprovechar la gravitación del planeta para acelerar la nave y ajustar su trayectoria en dirección al Sol. La cámara del aparato grabó el acercamiento. En las imágenes se aprecia la parte nocturna de Venus como un semicírculo oscuro rodeado de la parte del planeta iluminada con luz solar, que aparece con forma de media luna.
“Idealmente, hubiéramos podido resolver algunas características en el lado nocturno del planeta, pero había demasiada señal desde el lado diurno. Sólo una franja del lado diurno aparece en las imágenes, pero refleja suficiente luz solar para causar la media luna brillante y los rayos difractados que parecen provenir de la superficie”, cita un comunicado de la NASA al astrofísico Phillip Hess.
La Solar Orbiter, lanzada en febrero de 2019, pesa algo menos de dos toneladas y tiene una dimensión máxima de tres metros, sin contar sus paneles solares.
Sus 10 instrumentos científicos a bordo buscan dar una respuesta a cómo surge y cómo se acelera el viento solar y cuál es el origen del campo magnético que determina los ciclos de actividad solar perceptibles en nuestro planeta, además de otras preguntas científicas. En junio pasado, sobrevivió a su primer encuentro cercano con el Sol al pasar a 77 millones de kilómetros de su superficie, la mitad de la distancia que separa al astro de nuestro planeta.
“Idealmente, hubiéramos podido resolver algunas características en el lado nocturno del planeta, pero había demasiada señal desde el lado diurno. Sólo una franja del lado diurno aparece en las imágenes, pero refleja suficiente luz solar para causar la media luna brillante y los rayos difractados que parecen provenir de la superficie”, cita un comunicado de la NASA al astrofísico Phillip Hess.
La Solar Orbiter, lanzada en febrero de 2019, pesa algo menos de dos toneladas y tiene una dimensión máxima de tres metros, sin contar sus paneles solares. Sus 10 instrumentos científicos a bordo buscan dar una respuesta a cómo surge y cómo se acelera el viento solar y cuál es el origen del campo magnético que determina los ciclos de actividad solar perceptibles en nuestro planeta, además de otras preguntas científicas. En junio pasado, sobrevivió a su primer encuentro cercano con el Sol al pasar a 77 millones de kilómetros de su superficie, la mitad de la distancia que separa al astro de nuestro planeta.
Comentarios