Xalapa, Ver.- Las hermanas María Luisa y Aurora León Pérez crecieron juntas, ambas elaboran y venden tamales para costear los gastos que les representa viajar desde Gutiérrez Zamora a Xalapa, para recibir la atención médica y poder salvar la vida de una de ellas, que desde hace dos años padece cáncer de seno.
María Luisa tiene 70 años, y Aurora de 54 años pero dice sentirse cansada y reconoce que su hermana aunque es mayor, se ve más fuerte.
Las dos se encontraban en la fila de pacientes en espera de poder hablar con algún médico del Centro Estatal de Cancerología (Cecan) “Doctor Miguel Dorantes Meza”, y que les dijeran la fecha de cuándo reanudarán la aplicación de quimioterapias, porque desde el miércoles que se registraron las supuestas vibraciones, no volvieron a saber nada.
“La quimio tocaba hoy o mañana, pero ora dicen que hasta nuevo aviso, a ver cuándo la pueden atender de nuevo, porque las quimios no se pueden dejar de poner”, afirmó María Luisa.
Aurora usa un gorro para cubrir la calvicie ocasionada por los efectos de la quimioterapia, y en su desesperación se retiró el suéter para mostrar “las bolitas” que sobresalen de su cuello.
Al mismo tiempo mostró su torso sin un seno, le fue operado hace un año por cáncer.
“Ya me operaron, ya tuvo el año, me tocaba mi consulta pero no me dan hasta nuevo aviso, míreme, míreme cómo estoy con bolas en el cuello, venimos de lejos, gastamos pasaje. Dios mío ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo las quimios? Me da miedo me quiten el otro seno, es mucho dolor”, dijo Aurora.
Las hermanas lograron estudiar la educación primaria, después tuvieron que trabajar para apoyar la economía del hogar y sostener los gastos de las enfermedades de su madre.
“Somos de familia pobre entiéndanos estamos angustiadas, son mil pesos de pasajes para venir hasta acá, y si no me ponen la quimio la enfermedad avanza” dijo la mujer de 54 años.
El día miércoles 11 de agosto cuando se registraron las vibraciones en el edificio que alberga el Cecan, Aurora y María Luisa estaban adentro y aseguran que no sintió, ni escuchó nada de lo que decían los guardias.
“Estábamos allá adentro, de repente entra el guardia y nos dice: Salgan, salgan, todo mundo para fuera, para fuera. Luego nos dijeron que se oyó un tronido, que estaba temblando, que no sé qué cosa, pero nosotras no sentimos nada, no podemos decir qué pasó, porque no nos han dicho nada” expusieron.
Finalmente refirieron que son criticadas en el pueblo porque ambas decidieron quedarse solteras y no tener hijos.
“La gente se espanta, habla de una, pero qué, no quisimos casarnos, porque el matrimonio acaba a la gente, el marido acaba, los hijos acaban con uno, dan muchas angustias, hay que estar al pendiente de ellos, y no, no quisimos, mejor así solas con nuestra mamacita y cuidándola” finalizaron. Con información de AVC
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