Salvador I. Reding Vidaña/ Testimonios
Otra vez, con decenas de testigos y varias víctimas, la terquísima realidad fotografiada y videograbada, de cercos de policías bloqueando completamente el paso a quien sea, contradice las declaraciones oficiales de Morena. Es lamentable el nivel de cinismo de los funcionarios morenistas, haciendo declaraciones absurdas. Sheinbaum declara que «No hay ningún bloqueo»… cuando las imágenes muestran exactamente lo contrario. O realmente creen que los ciudadanos somos idiotas o es simple desvergüenza.
Los alcaldes electos que este lunes 30 deseaban llegar al congreso local, caminando por calles que deberían estar libres al tránsito, se encontraron con un bloqueo de policías armados contra motines, quienes no solamente les impidieron el paso a una sesión pública, sino que en exceso de fuerza los ultrajaron.
Según un oficio, la presidente de la Mesa Directiva del Congreso solicitó “el auxilio de la fuerza pública afuera del recinto legislativo” para este periodo extraordinario de sesiones. Pero los responsables de la seguridad pública, o sea de la policía, no hicieron eso, ordenaron el bloqueo del paso a dicho recinto del Congreso.
Martí Batres declaró que “no somos los que hemos buscado la confrontación con los alcaldes electos y menos aún, una confrontación pública, no fuimos de nosotros, no fue de nuestra parte”. Entonces… ¿de parte de quién fue? Aquí hay varias observaciones: primero que la agresión fuera directa y unilateral de los policías contra un intento completamente pacífico de los alcaldes electos, y segundo que los policías no se mandan solos.
Los policías, los que sean, actúan bajo órdenes superiores, y su bloqueo de las calles tiene que haber sido ordenado por “alguien”, y esas órdenes eran de no dejar pasar a nadie, y para eso iban preparados contra motines. Pero Martí Batres, Secretario de Gobierno local, y el titular de la SSC-CDMX, Omar García Harfuch, se lavaron las manos.
Batres declaró que ellos no ordenaron la agresión, pero la respuesta policial tiene forzosamente que haber seguido instrucción de cómo actuar, e iban pertrechados para enfrentamientos. De nuevo: los policías no se mandan solos. Si algunos se pasaron de la raya, eso ya es responsabilidad personal, pero compartida con quienes les dieron órdenes.
“El Gobierno de la Ciudad de México se deslindó de la agresión de esta mañana contra alcaldes electos de oposición en las inmediaciones del Congreso local, así lo manifestó el secretario de Gobierno, Martí Batres”, dice la nota de El Universal. ¿Cómo pueden los superiores de la policía deslindarse de agresiones hechas por sus subordinados? El colmo fue que dijeran que “no fuimos nosotros”, el gobierno, entonces, ¿la policía capitalina no es parte de este gobierno, es órgano autónomo?
Se supone que la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX suspenderá a los policías que participaron en la agresión contra los alcaldes electos de oposición. Pero eso está por verse, ya que la experiencia nos dice que en general, esas investigaciones se pierden en la nada y los responsables de agredir a civiles no son sancionados. Veremos.
Para infortunio de las autoridades de la Ciudad de México, este escándalo traspasó de inmediato las fronteras, y de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas hubo reclamación por los derechos humanos de Lía Limón. Pero la población está ya muy desanimada ante hechos semejantes, que no son los primeros, y lo más probable es que este burdo incidente se quede en la nada política, hasta en cuestión de horas. A menos que los agredidos y sus partidos, y otras organizaciones, sigan exigiendo aclaraciones y sanciones.
Y hay que insistir: ¿cómo puede Sheinbaum decir que no hubo el bloqueo que está a la vista del mundo en imágenes? ¿Cómo puede Batres decir que no fueron “ellos” si lo hizo su policía? Pero esto no es, lamentablemente, una novedad, pues desde el presidente hasta sus colaboradores, y por último muchos de sus amlofans, siguen mintiendo, contra toda pública evidencia que muestra la verdad de hechos frente a sus mentiras descaradas.
Comentarios