Por Raziel Roldán
Xalapa, Ver En lo que va de la pandemia provocada por el Covid-19 son 11 los ambientalistas que han perdido la vida a causa de esta enfermedad, lo que ha provocado que las movilizaciones y acciones para defender el territorio de los megaproyectos se haya visto mermado.
En entrevista, el integrante de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LaVida) Guillermo Rodríguez Curiel afirmó que la pandemia que se desató por todo el mundo hizo que los movimientos ambientalistas entrarán a una etapa de pausa y las medidas y protocolos que se interpusieron inmovilizaron a estos grupos de defensa.
“Fue prácticamente inmovilizarte y mandarte a cuarentena a tu casa, esto fue aprovechado ampliamente por las empresas que le llamamos de muerte, que lograron avanzar con sus proyectos porque no tenían nadie en ese momento que hiciera frente”.
Añadió que los movimientos entraron a una etapa de letargo a excepción de los lugares donde los defensores del medio ambiente tienen años en resistencia como Jalcomulco, en la cuenca del río Filobobos-Nautla, en La Antigua y Actopan que se mantuvieron aún en la pandemia en movilización.
Luego de esta pausa de los movimientos y ante los cambios que se han visto en el semáforo epidemiológico, nuevamente se han vuelto a reunir los activistas en diversos mítines a lo largo del estado para reactivar la lucha contra los proyectos de muerte en Veracruz, esto ha sido influenciado también por todos aquellos ambientalistas que han perecido a causa del Covid-19.
“Lo quisimos hacer porque fuimos duramente afectados por la pandemia, murieron 11 compañeros del norte, centro y sur de Veracruz, estos eventos tienen por objeto que lloremos, que saquemos la alegría, que las juntemos y que les digamos a los hermanos que aquí seguimos que no nos vamos a ir, que la resistencia es permanente y que el mejor homenaje que les podemos hacer es reunirnos para acordar cómo defender la vida”.
En ese sentido recordó al ambientalista Héctor Colío, miembro fundador de Lavida, quien murió en el mes de septiembre de este año a causa de las secuelas que le dejó estar contagiado del SARS-COV-2 (Covid-19) dañando su pulmón, hígado y riñón.
“Lo que lo jodió a él fue la secuela y cada persona que ha tenido COVID tiene secuelas distintas, nuestro hermano no lo pudo superar aunque hicimos todo lo posible” finalizó.
En lo que va de la pandemia provocada por el Covid-19 son 11 los ambientalistas que han perdido la vida a causa de esta enfermedad, lo que ha provocado que las movilizaciones y acciones para defender el territorio de los megaproyectos se haya visto mermado.
En entrevista, el integrante de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LaVida) Guillermo Rodríguez Curiel afirmó que la pandemia que se desató por todo el mundo hizo que los movimientos ambientalistas entrarán a una etapa de pausa y las medidas y protocolos que se interpusieron inmovilizaron a estos grupos de defensa.
“Fue prácticamente inmovilizarte y mandarte a cuarentena a tu casa, esto fue aprovechado ampliamente por las empresas que le llamamos de muerte, que lograron avanzar con sus proyectos porque no tenían nadie en ese momento que hiciera frente”.
Añadió que los movimientos entraron a una etapa de letargo a excepción de los lugares donde los defensores del medio ambiente tienen años en resistencia como Jalcomulco, en la cuenca del río Filobobos-Nautla, en La Antigua y Actopan que se mantuvieron aún en la pandemia en movilización.
Luego de esta pausa de los movimientos y ante los cambios que se han visto en el semáforo epidemiológico, nuevamente se han vuelto a reunir los activistas en diversos mítines a lo largo del estado para reactivar la lucha contra los proyectos de muerte en Veracruz, esto ha sido influenciado también por todos aquellos ambientalistas que han perecido a causa del Covid-19.
“Lo quisimos hacer porque fuimos duramente afectados por la pandemia, murieron 11 compañeros del norte, centro y sur de Veracruz, estos eventos tienen por objeto que lloremos, que saquemos la alegría, que las juntemos y que les digamos a los hermanos que aquí seguimos que no nos vamos a ir, que la resistencia es permanente y que el mejor homenaje que les podemos hacer es reunirnos para acordar cómo defender la vida”.
En ese sentido recordó al ambientalista Héctor Colío, miembro fundador de Lavida, quien murió en el mes de septiembre de este año a causa de las secuelas que le dejó estar contagiado del SARS-COV-2 (Covid-19) dañando su pulmón, hígado y riñón.
“Lo que lo jodió a él fue la secuela y cada persona que ha tenido COVID tiene secuelas distintas, nuestro hermano no lo pudo superar aunque hicimos todo lo posible” finalizó.
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