Por José Rojas/Veracruz, Ver.- El laminador Sergio de Jesús Ramírez Valencia fue sometido a golpes por vecinos del Infonavit Buenavista de esta ciudad, acusado de asaltar con un cuchillo a una jovencita que intentó apuñalar, hartos de la inseguridad lo querían linchar, la Policía Estatal no lo quiso detener para evitar recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Rubén Zapata dio a conocer que lo anterior pasó la noche del miércoles, los habitantes de la zona escucharon los gritos de la víctima del robo con violencia, en seguida salieron para prestar auxilio oportuno, y entre varios desarmaron al hombre de 25 a 30 años.
Traía en su poder un cuchillo tipo cebollero para cometer el atraco, para evitar que huyera lo amarraron de las manos y de los pies además lo amordazaron, entonces llamaron a la Línea de Emergencias 911 para solicitar el apoyo de las fuerzas del orden.
El delincuente dijo que se llama Sergio de Jesús Ramírez Valencia, supuestamente vive en la colonia El Vergel, pertenece a un grupo de Alcohólicos Anónimos, y trabaja en un taller de laminación y transportes.
Minutos más tarde lo entregaron a los oficiales de la Policía Estatal y de la Policía Naval que llegaron a la unidad habitacional, pero a pesar de los señalamientos de la gente los patrulleros no lo quisieron trasladar a los separos, se negaron a la detención porque presentaba golpes.
Dijeron que era para evitar las recomendaciones de la C.E.D.H. y lo dejaron en libertad, los vecinos del Buenavista comentaron molestos “Derechos Humanos protege más al delincuente que al ciudadano, una joven estuvo a punto de ser apuñalada”.
Los testigos del suceso tomaron videos y fotos del acusado, indignados por la tibieza y la falta de criterio de los policías de la Delegación Región XXIII de Seguridad Pública, compartieron en redes sociales su rostro y el arma que cargaba.
Así de lamentable es la situación que impera en la conurbación Veracruz-Boca del Río, con un índice delictivo que incrementa a diario ante el nulo trabajo de los cuerpos policíacos, tanto así que la ciudadanía “está haciendo justicia por su propia mano”.
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