Raziel Roldán/ Xalapa, Ver.- Las denuncias por presuntos abusos policiacos en la capital del estado se han estado haciendo públicas luego de que un grupo de ciudadanos se manifestara en las instalaciones del cuartel de San José.
El pasado 19 de noviembre, Daniel Hernández narró los hechos que ocurrieron afuera de su taller mecánico, cuando se encontraba con otras dos personas realizando cotizaciones de unas piezas automotrices.
“En ese momento llegaron dos oficiales en una patrulla (moto) me dijeron directamente que iban a revisas mis láminas (placas), yo accedí sin ningún problema porque mi coche no tiene ningún problema de documentación o robo o algún otro hecho y acepté”.
Platicó que en ese momento uno de los policías rodeó el vehículo, llega al lado del copiloto y vio que entre sus piernas tenía una fuerte cantidad de dinero en efectivo, en ese momento vio cuando le hizo una seña a su compañero y procedió a encender la cámara que tiene al interior de su auto.
“El otro compañero salió del cuadro para no ser grabado, yo le hice mención, ‘no te preocupes la cámara graba audio y video’, en ese momento se quedaron viendo y pidieron refuerzos”.
En ese momento dijo que le marcó a su representante legal para platicarle los hechos, fue ahí cuando los oficiales le pidieron que bajara de su unidad “por la buena o por la mala”, dijo que él no se quiso bajar pues no había cometido algún delito.
Mi compañero empezó a grabar el hecho de los oficiales, que empezaron con agresión a quererme bajar de la unidad, en ese momento llegaron 4 unidades más, tres masculinos y una femenina”.
Añade que en todo momento se mantuvo en comunicación con su abogado que ya iba en camino, y que con groserías le insistían que bajara del auto, afirmó que tras colgar la llamada, lo bajaron por la fuerza del vehículo y le aplicaron candado al brazo para inmovilizarlo mientras lo golpeaban, incluso con sus cascos.
“Como mi compañero estuvo grabando a él también lo quisieron perseguir para quitarle el teléfono aún estando en propiedad privada, ingresaron para poder sacarlo, destruyeron inmueble del taller, destruyeron parte del portón para poder sacarlo”.
Acusa que después de eso y al ver que los estaban grabando, le comenzaron a golpear la columna, estos golpes le dejaron secuelas que hasta la fechas y tras casi 15 días del hecho, le sigue causando molestias al caminar o intentar agacharse.
Tras ser hospitalizado, Daniel presentó la denuncia, sim embargo señala sentirse preocupado pues asegura que es común que sigue viendo a los mismos policías que presuntamente lo agredieron, por lo que asegura vivir con miedo y desconfianza.
“El mismo oficial que todo el tiempo me agredió verbalmente, es la fecha que todavía nos encontramos o él me encuentra en mi unidad y nada más me empieza a seguir, hasta que hago la llamada al servicio de protección que nos brindaron por la demanda que hice hacia ellos, a pesar de la agresión siguen amedrentando e intimidando a mi, en este caso a mí o mi compañero que grabó las agresiones”.
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