AMLO – “Chapo”: la narcoeconomía

El gobierno de México se niega a detener a los hijos de el Chapo Guzmán ahora convertidos en los herederos del emporio, ofrece E.U 5 millones de dólares de recompensa, por cada uno

Martin Moreno Durán/ Sinembargo

Si López Obrador supuso que Estados Unidos se iba a quedar cruzado de brazos ante la evidente, manifiesta y hasta cínica protección que su Gobierno le ha ofrecido a Joaquín Guzmán Loera y familia, al Cártel de Sinaloa y en general al narcotráfico mexicano, se equivocó de punta a punta. Washington ya dio el primer apretón contra AMLO y su sociedad de facto con “El Chapo”, al ofrecer cinco millones de dólares de recompensa por los hijos del famoso narcotraficante, exhibiendo y ridiculizando con ello al Presidente de México.

Así, mientras AMLO, el Ejército mexicano y el aparato de Seguridad Nacional solapan a los hijos de “El Chapo” Guzmán – amos y señores de Culiacán, todopoderosos en Sinaloa e intocables en territorio mexicano-, EU decide ir por ellos sin consultar al Gobierno de López Obrador y anuncia que va por los “Chapitos” de una u otra manera.

Si López Obrador supuso que Estados Unidos se iba a quedar cruzado de brazos ante la evidente, manifiesta y hasta cínica protección que su Gobierno le ha ofrecido a Joaquín Guzmán Loera y familia, al Cártel de Sinaloa y en general al narcotráfico mexicano, se equivocó de punta a punta. Washington ya dio el primer apretón contra AMLO y su sociedad de facto con “El Chapo”, al ofrecer cinco millones de dólares de recompensa por los hijos del famoso narcotraficante, exhibiendo y ridiculizando con ello al Presidente de México.

Así, mientras AMLO, el Ejército mexicano y el aparato de Seguridad Nacional solapan a los hijos de “El Chapo” Guzmán – amos y señores de Culiacán, todopoderosos en Sinaloa e intocables en territorio mexicano-, EU decide ir por ellos sin consultar al Gobierno de López Obrador y anuncia que va por los “Chapitos” de una u otra manera.

Aún más:

Ante la recompensa ofrecida por EU por los “Chapitos”, AMLO volvió – por enésima vez – a defender a narcos: “Si están en territorio nacional, a quien corresponde detenerlos es a la autoridad nuestra. No se permite que ninguna fuerza extranjera actúe en nuestro territorio…”.

El problema, empero, es que López Obrador defiende a los “Chapitos”, los encubre, los solapa, y no mueve un dedo para ordenar aprehenderlos. De ahí, la acción estadounidense.

Las muestras de protección de AMLO hacia la familia de “El Chapo” Guzmán, han sido públicas: desde la liberación de Ovidio hasta el saludo fraterno y amable con la madre de Guzmán Loera. Llamarle “señor Guzmán Loera” en Palacio Nacional a un narcotraficante. Vamos: desde el inicio de su régimen, López Obrador marcó el camino de complacencia hacia los criminales, al asegurar textual: “No es nuestra función detener a los capos…”.

Aún más:

Ante la recompensa ofrecida por EU por los “Chapitos”, AMLO volvió – por enésima vez – a defender a narcos: “Si están en territorio nacional, a quien corresponde detenerlos es a la autoridad nuestra. No se permite que ninguna fuerza extranjera actúe en nuestro territorio…”.

El problema, empero, es que López Obrador defiende a los “Chapitos”, los encubre, los solapa, y no mueve un dedo para ordenar aprehenderlos. De ahí, la acción estadounidense.

Las muestras de protección de AMLO hacia la familia de “El Chapo” Guzmán, han sido públicas: desde la liberación de Ovidio hasta el saludo fraterno y amable con la madre de Guzmán Loera. Llamarle “señor Guzmán Loera” en Palacio Nacional a un narcotraficante. Vamos: desde el inicio de su régimen, López Obrador marcó el camino de complacencia hacia los criminales, al asegurar textual: “No es nuestra función detener a los capos…”.

La benevolencia de AMLO con el narco – alianza que más temprano que tarde le va a cobrar facturas muy caras -, le llenó el hígado de piedritas a Estados Unidos. Para Washington, el hecho es uno: el Presidente de México protege al Cártel de Sinaloa. Y más: no quiere ni da muestras firmes de pretender enfrentar y combatir a los cárteles mexicanos de la droga. Así se explicaría la decisión de ofrecer la millonaria recompensa por los hijos de “El Chapo”, quienes ahora sí deberán preocuparse: EU va por ellos.

¿Cuál es la razón de fondo de la evidente protección y mano suave de AMLO hacia el narco mexicano? ¿Por qué poderoso motivo el Presidente de México le rinde tributo y pleitesía a los “Chapos” y a los demás cárteles? ¿Cuál es el origen de la protección de la 4T a los barones de narcotráfico? La respuesta, es una: por dinero y poder político – electoral.

Sí: aprovechar los miles de millones de dólares que el narcotráfico mexicano maneja, mueve y circula en todo el territorio mexicano y que, de alguna forma, han evitado que la economía nacional haya colapsado ante el desastre financiero provocado por las pésimas decisiones económicas de AMLO y de su Gobierno, generando quiebras de empresas, fuga de capitales, desempleo, inflación fuera de control y el empobrecimiento de más de 10 millones de mexicanos durante la administración de AMLO.

López Obrador da manga ancha al narco mexicano para mantener de pie a la economía, bajo una evidente sociedad financiera-política-electoral que se hizo manifiesta durante las recientes elecciones intermedias, donde prácticamente todo el corredor del Pacífico fue ganado por Morena con el apoyo abierto y descarado del crimen organizado.

Y la tesis más profunda y lúcida sobre este gravísimo problema que enfrentamos actualmente en México – la alianza Gobierno- narcotráfico-, la ofrece de manera certera Ricardo Pascoe Pierce, uno de los hombres que mejor conocen a López Obrador, y que se incluye en mi reciente libro: BARTLETT, EL IMPUNE (Edit. Random House/Aguilar, Capítulo “El amasiato con AMLO”, subcapítulo “Narcoeconomía nacionalista”). Dice Pascoe textual:

-Bartlett y López Obrador piensan que el narco es una especie de economía nacionalista, un instrumento propio que hay que defender.

– Es un eje: con el dominio electoral buscan el control político. Con el dominio de la energía, el control económico. Y con el narco, el control de la seguridad nacional. Esos son los ejes que los unen.

Y remata:

La concepción política de Bartlett y de López Obrador, es una mezcla de nacionalismo oportunista. Han convertido al narcotráfico en parte de la economía nacional, y piensan que así como se defiende a Pemex, así, en el fondo, también debe defenderse al narcotráfico como fuente de recursos para el desarrollo del país. Sólo hay que ver los estados donde Morena ganó gubernaturas en las elecciones del 6 de junio: controlados por el crimen organizado.

“Hoy, el narco es un socio diferente, con poder propio que puede ganar elecciones. Es una operación sofisticada, inteligente y siniestra”.

Hasta aquí, lo dicho por Pascoe Pierce en mi libro.

Así de grave.

*****

FELIZ NAVIDAD. A los lectores de esta columna les deseamos una estupenda Navidad, esperando que a pesar del caos de país con crisis económica, pandemia e inseguridad, pasen una buena noche de 24 de diciembre. Un abrazo.

TW @_martinmoreno

FB / Martin Moreno

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