Por Ester Abreu Vieira de Oliveira
En la Antología del Bicentenario de Centroamérica – 1821-2021, escritores, poetas y pintores de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, los seis países de América Central, se unen en una compilación literaria y artística en conmemoración a los 200 años de independencia de Centroamérica, buscando homenajear, principalmente, a los héroes que contribuyeron para la independencia de América Central.

Para los textos de cada país hay un coordinador. En la sección de Guatemala coordina el escritor y periodista Rodrigo Villalobos Fajardo, que escribe un texto informativo sobre los motivos de la independencia de su país: “Guatemala bicentenaria: La eterna herida de la independencia”, y recuerda a los que la reafirman en el periodo primero democrático y en los días actuales.
En esta sección el poeta Adolfo Bracamonte Cerón, tristemente lamenta una llamada del dolor: “suben los días para vernos morir en la puerta del odio donde el grito aún vivo es un aldabón mudo”, y la poeta María Magdalena Herrera Reyes, gime en un ¡Ay! recuerdos históricos de las heridas que Villalobos Fajardo insinúa:
Un día alguien escribió cien años de soledad
Y yo, ¿cómo voy a escribir doscientos años de atrocidad?
Guatemala, nos han negado la primavera
¡Hay Guatemala mía,
el país de la eterna bananera.
Para la parte que cupo a El Salvador coordinó Claudia Alexandra Figueroa Oberlin, especialista en Educación Infantil, poeta, actriz de teatro y locutora de Onda Latina Radio y TV y Trilce Radio, que presentó el texto “El Salvador y el Bicentenario”, donde recuerda la fecha que marcó la historia de su país el 15 de septiembre de 1821, cuando se firmó el Acta de Independencia, y apunta los varios eventos que advinieron después. Y Santiago Vásquez, participante en esta sección canta bendiciones a su patria:
¡Oh, Patria de mis abuelos,
de mis padres, de mis hijos!,
Patria que surges valiente
en el vientre de una madre,
¡Bendita seas por siempre!
Y Alexander Campos rechaza todo lo malo que pueda aún haber que oscurezca la paz, con su poema “Nunca más…”
Nunca más debemos permitir,
que las sombras de macabras
decisiones oscurezcan la paz
de nuestros vulnerados pueblos;
los pueblos deben de una vez
por todas soltarse las amarras
de las desigualdades y el engaño
y llegar al mañana con nuevas
ilusiones, con otras perspectivas
que impulsen la justicia
dentro de la injuriosa
independencia que los ha hundido
siempre en nefasta ignorancia […]
y abundante atropello.
La coordinación de la sección de Honduras cupo a Rubén Sanabria, escritor, fotógrafo, gestor cultural, diseñador gráfico y asesor de marketing digital. En su texto “República de Honduras”, lo termina con la frase que es un fragmento del Himno de la República General de Centroamérica, La Granadera (1823), de Rómulo E Durón: “Ya se ve patria mía en tu oriente, nuevo sol esparcir claridad, ya podemos con voz reverente, pronunciar Dios, Unión, Libertad”, pero lo inicia declarando lo que le significa esta fecha: felicidad, orgullo, luego un gran amor patrio;
Se cumplen 200 años de nuestra independencia patria. Doscientos años de historia, de lágrimas, de sangre, pero también de alegría; ésta última ínfima y con la sombra de ilusiones marchitas. Hablar de nuestro país es ponerse la mano en el corazón, y con el orgullo de nuestra gente relatar a paso corto la historia de su cultura y de sus tradiciones quebrantadas a lo largo de los años, por inconscientes sin corazón que como cuervos despojan de sus ojos a la madre que los vio nacer. Es triste contarlo en estas líneas históricas, pero también es de suma importancia, porque obviar estos hechos sería como apuñalar el corazón de nuestra patria.
Mientras, la hondureña Ana Carola Burgos, en su poema “Centroamérica”, líricamente siente una unión entre el pueblo centroamericano:
Te sueño grande, hermosa y espléndida
desde los confines de la historia se alza tu voz de trueno
como luz de relámpago conmemoramos tu gloria
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