Poemas y biografía del poeta estadounidense George Wallace

María Del Castillo Sucerquia escritora, poeta y traductora colombiana.
- en Cultura

05 de Mayo del 2022.- Traducción del inglés al español por  María Del Castillo Sucerquia

 

EL POETA

el poeta es un cuarto
abandonado
en una ciudad terrible
vive con los muertos
obsesionado con la memoria
en lo alto una desnuda
bombilla se balancea
dentro de su cabeza merodean jaguares
jaguares y chacales
todo el día se le va llenando
la cabeza como al fregadero
atascado el grifo que gotea
es un hombre con una misión
es un hombre con un pequeño
problema con el juego
llena un boleto de la lotería
con todos los números equivocados
¡qué risa! el poeta es
un detective sin placa
él está presente
en la escena del crimen
todos lo ignoran
¿a quién le importa de todos modos?
cuando los policías se van
se prueba toda la ropa del armario
nada le queda bien
se llena los bolsillos con
caramelos duros y crema para la piel
es un recogedor de trapos
y todo lo anterior
la historia humana está anudada
en su puño como una soga
es presa fácil para los amantes
y mercaderes de sueños
habla todos los idiomas
todas las frases pronunciadas por
las naciones perdidas están
en juego en su cabeza
su cerebro está en llamas
su cerebro está manchado
su cerebro está hecho de jeroglíficos
vive en la tumba de los reyes olvidados
su lengua es de pinturas rupestres
su testamento fue escrito
por un niño asustado
y la ciudad lo aborrece
no tiene dinero para gastar
y nada que ofrecer
excepto palabras sólo palabras
cuando el casero llega a la puerta
el poeta finge estar muerto

EL BESO
Pudo ser cualquier cosa
incluso, el alma de un pájaro
imprevisible
aterrizó en mis labios
un milagro, supongo
tan ingrávido
tan familiar
un sostantivo femminile
en suspensión
(la rama de un niño
en el bosque del norte)
pudoroso como un pícolo
un tanto rígido
inerme ante el corolario
las grandes distancias
el progreso de un peregrino
en tierras baldías
(el ardiente calor de la selva
la escritura alpina de
campanillas azules y la nieve)
el glissando del corazón
más pequeño
sosteniendo lo insostenible

 

TENÍA QUE HACERSE

dudo sobre cabalgar en el corcel azul
que aguarda en la puerta del corral
por la caricia de la mano de un joven
antes del amanecer, o sea, antes de
que los camiones de dieciocho ruedas
apaguen sus motores y se alisten para rodar
como los interminables trenes de furgones
retumbando al norte de Kansas
todo ese polvo, el calor
los tábanos que muerden y
las llagas en la boca, los aguijones
-el cuchillo del matadero-
todo ese amor que un gobierno llama
comercio y utilidad y ser práctico
tenía que hacerse:
derribar al niño que aguarda
junto a la puerta colgante
a que venga su corcel azul

 

PARÍS, UN MORIBUNDO CISNE EN EL INFINITO ARCO DEL SOL

incluso en el regalo del ahora
evoco tus primeros días
sentada en la Plaza San Miguel a las ocho y media
sola entre tantos
en espera del último pretendiente

(había una geometría ingenua en tus modales
como un péndulo
las perlas colgaban de tu cuello)
el camarero parloteaba
a nuestro alrededor
como un pajarito en busca de una miga
(en la mesa, un círculo de admiradores
dentro del café, la canción de las flores de Delibes
y un espacio en el pedal sostenía el bajo
mientras las voces de dos sopranos
coqueteaban por encima de él)

París eterna, joven, trágica
París, un moribundo cisne en el infinito arco del sol
agarrado al pecho
y tú con esas muñecas perfectas
un francés que desarmaba
(¡cómo te justificaban los parisinos!)
aún no estaba listo para dejar ir el amor

(yo era una figura menor en tu órbita
que te conoció en Chicago
siendo una colegiala, ¿y qué?)
¡los engañaste a todos!
sí, tú y tu gracia natural bajo la luz artificial del Barrio Latino
(pura algarabía y emboscada)
demasiado humano
demasiado perfecto para ser verdad
(el arco musical que Pitágoras soñó en voz alta)
tan pronto amanecía

 

BAJO UNA CUBIERTA DE HOJALATA EN LA LLUVIA TROPICAL

tomaron a tus hijos de los brazos de su madre
y los envolvieron en las frías láminas de hormigón
tomaron el pan de la boca de tus hijos
y los arrojaron a los cuervos, rodeando el río Potomac
se apropiaron del sudor en el cuello de tus hijos
de la visión de los ojos de tus hijos
les desvalijaron los músculos, la espina dorsal
los pusieron a trabajar en sus respetables jardines
jardines de cocaína, arroz, algodón, caña
jardines para las manzanas en sus árboles
para la ensalada en sus vajillas
campos de lechuga, tomate, repollo, maíz amarillo
bonitas rosas amarillas en los jardines de Texas
cosecharon las lágrimas de tus hijos
amarillas, como todas las lágrimas de los pobres
que yacen en todos los pisos del mundo
al margen del sol, cautivos en cada
prisión y barrio de la historia colonial
sustituyeron el sexo de tus hijos con sucias mentiras
y las semillas del espinazo de tus hijos
usurparon también, las esparcieron de un tirón
como fertilizante sobre sus campos
tomaron los dedos de las manos de tus hijos
y los envolvieron con plástico transparente
bien apretados para el mercado
robaron el aliento a los pulmones de tus hijos
la inocencia de sus sueños
luego, subastaron las sobras de tus hijos
cuerpos bajo una cubierta de hojalata en la lluvia tropical

 

OJALÁ PUDIERAS SOSTENER LA MIRADA DE TUS HIJOS

ojalá pudieras sostener
la mirada de tus hijos por siempre
viajero de la tierra, mientras
caminas hacia la muerte
tú, en la bata de cenizas
tú, como los aburridos ministros del próximo mundo
ya te empujan a través de su puerta
más fuerte de lo que nunca fuiste
más fuerte incluso que tus hijos
quienes te han enriquecido
quienes, ahora, son los adultos
en la habitación, y tú el pequeño
-la vida es un hilo débil atravesando una bobina-

con la piel del color del suelo, la rodilla cojeando
la respiración como un fuego de antaño
¡agarra con firmeza esta mano, hijo de las estrellas!

¡agárrate fuerte niño del más allá!
balacéate fuera del tiempo
en confianza y en verdad, esta es la mano que nunca antes comprendiste
ahora, aférrate al amor.

 

 

En el siguiente enlace el escritor, poeta y columnista internacional nicaragüense

Carlos Javier Jarquín, recita el poema titulado EL POETA de la autoría del poeta George Wallace: https://youtu.be/StM3KMaIQg8

 

Sobre el autor:

  • George Wallace (22 de marzo de 1949, Hempstead, Nueva York, Estados Unidos) es un poeta y promotor de poesía. Obtuvo residencia en Walt Whitman Birthplace y fue el primer poeta laureado del condado de Suffolk. Es autor de 36 libros de narrativa y poesía, publicados en Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Macedonia e India. Es una figura prominente en la escena de la actuación de poesía de Nueva York. Durante mucho tiempo viajó internacionalmente para actuar, dirigir talleres de escritura y dar conferencias sobre temas literarios. Enseña escritura en Pace University (NYC) y en Westchester Community College. Ha realizado residencias de investigación en el Centro de Estudios Helénicos de Harvard en Washington DC. Su trabajo se recopila en la Colección de Secciones Especiales, Instituto de Estudios LI de la Universidad de Hofstra. George es editor de Poetrybay.com, coeditor de Great Weather for Media y editor de Long Island Quarterly y Walt’s Corner, una columna de poesía semanal en The Long Islander, un periódico comunitario fundado por Walt Whitman en 1838.

    https://en.wikipedia.org/wiki/George_Wallace_(poet)

 

Sobre la traductora:

María Del Castillo Sucerquia (Barranquilla, 1997), es una poeta bilingüe, escritora, agente literaria, tutora, médica oriental (Neijing, España) y traductora (francés, inglés, italiano, portugués, ruso, griego, español y alemán). Traductora de muchos escritores alrededor del mundo y conocida por ser un gran puente entre ellos autores de lengua extrajera y el mundo del habla hispana. Con experiencia en radio y actuación (teatro y cine). Ha participado en numerosos festivales de poesía, recitales, foros, conferencias y encuentros culturales. Sus poemas han sido traducidos en diversas antologías, revistas, periódicos y sitios web nacionales e internacionales

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