Revolución, pero con paredón

Por Inocencio Yáñez Vicencio.

09 de Mayo del 2022.- Esta vez sólo quiere hacer unas acotaciones a un fragmento que por el año en que se escribió y su contenido, nos muestra por si mismo como cada vez nos alejamos de la civilización y nos acercamos a la barbarie.
En 1875, Gastón Boissier , publica su famosa obra L’ oposición sous les Césars ( La oposición bajo los césares), que se reedita en Argentina en 1944, comenzando con estas palabras : jamás ha existido gobierno que pareciese bien a todos los gobernados. Todo gobernante está seguro de antemano de que su gestión descontentará a muchos: pero no todos saben aceptar con resignación tal convencimiento.

Existen, por el contrario, algunos a quienes la oposición irrita y que, para librarse de ella, recurren a los medios de más violencia. Otros mas prudentes dejan que la oposición se produzca, y convencidos de la insuperable dificultad de tener razón siempre, buscan modo de arreglarse para vivir con ella. La labor magistral , en esto, es vivir de la oposición, como hacen los ingleses; entre estos no sólo se tolera la oposición, sino que se la utiliza; mientras en otras partes suele colocársele fuera de la ley y se le pone en el trance de destruirlo todo para subsistir, en Inglaterra se le ha dado cabida dentro del gobierno mismo, como una rueda indispensable y, con tan sencillo procedimiento, se le ha interesado en la conservación de la máquina. De esto también dan cuenta Ghita Ionescu e Isabel de Madariaga en su libro La oposición. También Gianfranco Pasquino, en su trabajo La oposición en las democracias contemporáneas.

Nuestro grito de libertad en Dolores Hidalgo, fue » muera el mal gobierno», porque no sólo reclamábamos terminar con la dependencia sino también queríamos construir un buen gobierno, que segun Norberto Bobbio, únicamente puede ser resultado del binomio gobierno y oposición. Una nación que de cabida a todos. No más sistemas que excluyan por sangre, religión, clase o ideología.
Los padres de la patria querían que a la barbarie le enfrentársmos la política, esto es, mecanismos, no para suprimir a etnias distintas, credos diferentes, clases diferentes y visiones antagónicas, por el contrario, encauzarlas, legitimar la lucha de contrarios y que el conflicto lleve a la síntesis.
Por esta razón todos los grupos que se entronizan en el gobierno para perseguir a sus adversarios y tratar de criminalizar las voces independientes, niegan y actúan contra la politica.

El centro de gravedad del equilibrio de poderes, hoy se ha trasladado de la relación interorgánica a la relación gobierno y oposición. Un gobierno sin oposición termina concentrando todos los poderes en una sola persona o grupo y desemboca, más tarde que temprano, en una dictadura, con mayor rapidez si al mismo tiempo que se deshace de la oposición institucionalizada, combate o anula, órganos autónomos y grupos y movimientos de la sociedad civil.
Por eso es nuestro deber denunciar las campañas de desprestigio y persecución que desde Palacio Nacional, todos los días realiza Amlo, contra la auténtica oposición, contra el INE y contra las organizaciones y movimientos de la ciudad civil, hoy huérfanas de aquellos farsantes que tanto medraron en su nombre y que gracias a ello, sangran a las univerdidades y planteles educativos.

Andrés Manuel López Obrador y sus secuaces, piden para la oposición paredón, piden el exterminio, pero como no quieren quedarse sólos, fueron a la Habana, a pedir a sus auroridades a que también revivan el paredón, para revivir la revolución, como si no fuera posible una revolución sin paredón .
Los marxistas no entienden asi la revolución. Ellos hablan de un desfase entre fuerzas productivas y relaciones sociales de producción, lo que sbre una época revolucionaria, que no obstante que consideran que las clases ecplotadoras no van a dejar pacíficamente el poder, no niegan esa posibilidad. La misma dictadura del proletariado para vencer las resistencias, deberá ser transitoria. Distorsiona el marxismo cuando quiere que retroceda al paredón. Nada de maxismo tiene expropiar, como Amlo, lo hace aquí , para su familia y amigos. Menos tiene que ver con la doctrina comunista, fomentar la vagancia, cosa prohibida por los seguidores del marxismo. No fue casual que Lenin, al triunfo de la Revolución Rusa, dijeran que un técnico valía lo de mil revolucionarios y aquí en lugar de técnicos ahora se proponen formar » revolucionarios de café «.

Los marxistas no destruyen su Seguro Social, afiliando 25 mil guatemaltecos. Ellos envían brigadas.
Amlo no es ni derecha ni de izquierda sino todo lo contrario. Se pone un traje según la ocasión, porque es simplemente un destructor de la nación. Se puede llegar a la politica para muchas cosas. Para servir, para robar, para engañar, para vivir de promocionar sinvergüenzas. El caso es que ya es hora de ir haciendo el deslinde. Quienes sirven directa o indirectamente a la banda de fascinerosos que hoy gobierna y quienes luchan sinceramente por detener la destrucción y el saque que realiza Morena.

Callar la destrucción que hace Morena, por unos apoyos o ingresos, hoy le matará el hambre, pero no podrá ver de frente a sus hijos, cuando tenga que decir que por unas migajas que le dieron guardó silencio ante un gobierno que con ese pretexto, no hizo una sola escuela, una sola universidad, un sólo hospital.
Amlo, fue a Cuba para revestir su contrarrevolución de revolución. Para legitimar el paredón que ha levantado contra sus opositores. Para esconder su relación con los malosos. Para que hablemos de su travestismo político en lugar de los negocios de sus hijos. Para darnos en lugar de obras, espectáculo, aunque sea para sus focas.

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