Por Cultura Colectiva Agosto 2023
El 7 de agosto de 1974 marcó un día oscuro en la historia de la literatura mexicana; fue el día en que el mundo perdió a una de sus voces más brillantes: Rosario Castellanos.
Aunque su legado literario y sus contribuciones a la sociedad perduran, su partida no solo dejó vacío sino también un halo de misterio alrededor de lo que realmente le ocurrió.
Era 1971 y la poeta fue nombrada embajadora de México en Israel por el entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez.
Durante su gestión, Rosario fomentó el entendimiento y la colaboración entre México e Israel, esto incluyó la participación en eventos oficiales, la promoción de intercambios culturales y artísticos, así como la representación de México en el escenario internacional.
En cuanto a su obra, su tiempo en Tel Aviv también influyó en su escritura como se puede apreciar en su ensayo “Mujer que sabe latín” y en su novela Oficio de tinieblas, que reflejan las reflexiones y observaciones que surgieron de su experiencia en Israel.
La muerte de Rosario Castellanos
Rosario Castellanos murió con 49 años en un trágico accidente en su residencia de Tel Aviv.
Oficialmente, su muerte fue declarada como un accidente por descarga eléctrica, pero algunas personas creen que fue un suicidio.
Se dice que Castellanos murió cuando tocó un teléfono que estaba conectado a un cable pelado. El accidente ocurrió en su casa en Herzliya Pituach, al norte de Tel Aviv.
También se dice que al salir de la ducha encendió una lámpara en su sala de estar y recibió una descarga eléctrica.
Lo cierto es que Castellanos se encontraba sola en casa en ese momento. Reportes documentan que un empleado la encontró inconsciente y, aunque llamaron a los servicios de emergencia, murió en la ambulancia antes de llegar al hospital.
Debido a la falta de claridad en los informes y a su importancia como figura pública, han surgido teorías alternativas, incluida la posibilidad de que su muerte haya sido un suicidio.
Algunas personas creen que Castellanos se suicidó, argumentan que estaba deprimida y que había estado hablando de quitarse la vida.
Como antecedente está su tormentosa relación con Ricardo Guerra Tejada, profesor de filosofía, con quien tuvo a su hijo Gabriel Guerra Castellanos. Se ha documentado que antes del nacimiento de su hijo, Castellanos sufrió de depresión después de padecer numerosos abortos espontáneos.
El nacimiento de Gabriel le dio una nueva perspectiva de la vida. Sin embargo, su matrimonio con Guerra terminó después de trece años debido a una infidelidad de él.
También se dice que fue fue asesinada, esta teoría es débil pero se basa en el hecho de que Castellanos había recibido amenazas de muerte por su trabajo político.
La muerte de Castellanos fue un misterio que nunca se resolvió del todo. Su muerte dejó a muchos con preguntas sin respuesta. ¿Fue un accidente? ¿Un suicidio? ¿Un asesinato? Nunca lo sabremos. Pero lo que sí sabemos es que Rosario Castellanos fue una escritora brillante y talentosa que dejó un legado duradero en la literatura mexicana. (Fuente CC)
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