Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Omar Portilla Palacios/ UV Prensa
Xalapa, Ver.- “La música es un elemento fundamental para el mantenimiento de la cultura en las comunidades nahuahablantes, pues además de una función social posee una gran importancia ritual”, explicó Herminio Monterde López, estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Veracruzana (UV).
Al presentar los avances de su trabajo recepcional “Del sonorismo maseual a la etnografía del Estado”, el alumno del posgrado adscrito al Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) mencionó que las nuevas generaciones de habitantes de San Miguel del Progreso y San Miguel Tzinacapan ven a las manifestaciones musicales de estos pueblos como una tradición con valor económico, y dejan de lado sus raíces y todo lo que conllevan.
Herminio Monterde comentó que uno de los mayores problemas de las comunidades indígenas es el desplazamiento de sus sistemas lingüísticos, dancísticos y jurídicos, y la falta de apoyo oficial para evitar que ocurra.
“Los pueblos originarios tienen derecho a fortalecerlos a partir del Estado, lo cual ayuda a preservar su cosmovisión”, puntualizó.
El doctorante, quien lleva a cabo su trabajo de campo en las localidades citadas, ubicadas en la sierra nororiental de Puebla, mencionó que ambas poseen un sistema musical similar; hacen uso de violín, jarana y guitarra huasteca para interpretar diversos sones, que cuentan con una estructura definida y en muchas ocasiones aluden a elementos de la naturaleza.
A través de entrevistas con actores clave como músicos, hablantes de náhuatl, ejecutantes y mujeres organizadoras de fiestas comunitarias, descubrió que existe una tensión ideológica entre generaciones.
Los adultos creen que los jóvenes se consideran mejores intérpretes y por ello evitan relacionarse con ellos, mientras que los últimos aprenden un sistema musical ajeno a las raíces locales y desconocen el contexto para tocar las canciones.
Además, hay ausencia de dinámicas que preserven la música tradicional, pues aunque los de mayor edad deseen impartir talleres donde difundan el conocimiento adquirido a lo largo de su trayectoria, no existen políticas públicas que otorguen los recursos para tal fin.
Herminio Monterde enfatizó en la necesidad de posicionar la forma en que las comunidades nahuahablantes conciben a la música, por medio de alternativas que se adapten al mundo actual, respeten las cuestiones legales y a su vez la idiosincrasia de la población.
“La cosmovisión indígena tiene la misma importancia que la cultura occidental, por lo cual es indispensable trabajar a fin de que las políticas públicas estatales orientadas a conservarla aterricen adecuadamente y no se queden en el papel”, concluyó.
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