Por: Raúl López Gómez
El rector de la UV, Martín Aguilar, con sus funcionarios de confianza incondicionales y sin bases legales del Consejo Universitario y en plena violación arbitraria y sin fundamento se han dado a la falsa ilusión de cambiar la Ley Orgánica del alma mater de última hora.
Todo con fines de intentar mediante artimañas y acciones ilegales, perpetuarse en el control de la institución por un periodo más a como de lugar.
Se trata de acciones de último momento de que los funcionarios de medio pelo al servicio del rector, se presentaron con la presidenta de la legislatura estatal para llevar una propuesta ilegal de última hora para cambiar el reglamento y los estatutos de la Universidad Veracruzana, a unos días de que terminen su periodo legislativo.
Los fines llenos de perversidad y de ambición de tener el control de la UV por otro periodo más de cuatro años con Martin Aguilar al frente, es un albazo fuera de la ley, y que va en contra de la institución que enfrenta la peor época de un rectorado que ha llevado a la Universidad Veracruzana a estar en los más bajos niveles de toda su historia.
Sin avances en el entorno académico, sin aumento de la matrícula, pero lo más grave es el afán de mantenerse en el poder del control financiero y administrativo con fines de un grupo en acuerdo con la Junta de Gobierno a modo, y de que se han repartido los cinco campus universitarios bajo el contubernio del rector Martin Aguilar y de ceder espacios de poder al control absoluto de algunos integrantes de dicha junta de gobierno que debe desaparecer y nombrarse a nuevos integrantes con reconocida probidad, ética y calidad moral ante las evidencias del desastre provocado a la UV.
Por ejemplo, en el campus Mocambo del puerto de Veracruz, el miembro de la Junta de Gobierno, Genaro Aguirre, tiene el control absoluto de la vicerrectoría al poner al frente a sus incondicionales en ese cargo y al titular de comunicación social en la región, entre otros personajes afines.
Por el estilo, la Universidad Veracruzana como nunca en su historia, con los más bajos intereses de mantener el control y el poder de la institución, se han dedicado algunos integrantes de la Junta de Gobierno y el rectorado en turno a dilapidar recursos, sin haber realizado ni un solo diplomado en estos cuatro años de Martin Aguilar.
Y sin actividad en los programas de posgrado y de investigación en algunas facultades para los maestros y académicos de carrera segregados en la participación, además por las nuevas plazas que deben salir a concurso con los aspirantes naturales en cada facultad y que les pretenden afectar en sus derechos laborales.
Y fue precisamente en la Facultad de Comunicación de la UV, en donde los maestros afectados por la violación al reglamento de la institución, tuvieron que realizar un acto de protesta.
La idea de Martin Aguilar, de reelegirse un periodo más a partir del próximo año, y de hacerlo violando la ley, a juicio de los expertos de la comunidad universitaria, es que dan por seguro que por unos días a punto de finalizar la actual legislatura, lo intenten como un acto ilegal de para mantenerse en el control de la rectoría y de la junta de gobierno, pero por los malos resultados no podrán hacerlo y esto acabará en acciones legales.
La comunidad universitaria, tiene confianza en que la gobernadora electa, Rocío Nahle y su equipo de trabajo, contribuya en tiempo y forma a meter orden y retorne la legalidad en una institución que en una falsa visión de su “autonomía”, se sigan cometiendo abusos de poder, malos manejos y sobre todo el menoscabo de los niveles de calidad académica en perjuicio de toda la comunidad universitaria entre estudiantes, maestros y trabajadores orgullosos de la máxima casa de estudios en la entidad.
Y sobre todo evitar el avance de la educación superior en perjuicio de las actuales y futuras generaciones de jóvenes y de los sectores productivos y sociales. Andale. Así las cosas.
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