Efraín Hernández
Córdoba.– La administración municipal encabezada por Juan Martínez Flores se tambalea frente a un conflicto laboral sin precedentes que podría detonar una huelga el próximo lunes 20 de enero. Esta situación no solo pone en jaque las operaciones del Ayuntamiento, sino que también expone una gestión plagada de negligencia, despilfarro y prioridades cuestionables.
El jueves 16 de enero será clave: los trabajadores sindicalizados decidirán en asamblea los pasos a seguir ante la falta de cumplimiento en la revisión del contrato colectivo. Un proceso que, de acuerdo con las normas, debió resolverse este año, pero que ha sido ignorado por la administración municipal.
Aunque la Directora de Recursos Humanos, Lucero Loyo Ramos, ha sido señalada por los trabajadores como la principal responsable de la falta de diálogo y soluciones, la verdadera raíz del problema recae en el presidente municipal. Bajo la gestión de Martínez Flores, el Ayuntamiento ha privilegiado el gasto excesivo en «servicios personales», mientras las demandas de los empleados sindicalizados son ignoradas.
En diciembre de 2024, el gobierno municipal reportó un gasto récord de 353 millones 010 mil 162 pesos en este rubro, convirtiéndose en el más alto en la historia de Córdoba. Este desmedido uso de recursos refleja una nómina inflada y dirigida a personal de confianza, cuyos vínculos políticos parecen ser más importantes que la operatividad o el bienestar laboral del municipio.
La desatención hacia las necesidades de los trabajadores sindicalizados no solo representa un atropello a sus derechos, sino que también revela un profundo desinterés por parte de la administración municipal hacia la estabilidad laboral y los servicios públicos.
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