Xalapa, Ver.- Un juez del poder judicial de Veracruz confirmó sentencia de mas de 45 años de prisión contra el pastor cristiano Juan N, a quien encontraron culpable de asesinar a la profesora para poder cobrar los seguros de vida que había contratado.
En marzo del año 2022, Juan Gelasio pastor de oficio, declaró a las autoridades investigadoras que la profesora murió tras sufrir un accidente en su casa, sin embargo, las investigaciones detectaron que ella tenía múltiples golpes en su cuerpo y en sus manos y un golpe brutal en la cabeza que le quitó la vida.
Este viernes un juez de Veracruz ratificó la sentencia en contra del ex pastor que mató a la profesora para quedarse con seguros de vida, pero también con sus propiedades.
Mirna esperaba jubilarse para escapar de violencia, pero su esposo la asesinó antes
Ana Alicia Osorio/ Testigo Púrpura
Mirna esperaba jubilarse para irse de su propia casa y separarse así de su pareja y agresor, pero no lo logró: se convirtió en víctima de feminicidio.
Ahora su familia espera que exista justicia.
Ella era feliz, una maestra de primaria que le faltaba poco tiempo para dejar de ejercer y dedicarse a las artes que eran su otra pasión, por eso preparaba en su casa un taller donde daría clases.
Pero conoció al que se convirtió en su agresor y todo cambió.
Mirna Patricia Martinez Maldonado, recuerda su sobrina Mariana Martinez, era cristiana y en un retiro de la iglesia conoció a Juan, un pastor de otra congregación. Empezaron a salir y él le dijo que buscaba a una mujer como ella: sin familia y con estabilidad económica.
Unos cuantos meses después se casaron y ahí empezaron las violencias. Fueron dos años, en los que la violencia económica, psicológica y física se hizo presente una tras otra.
Mariana cuenta que su tía se dio cuenta primero que él era alcohólico y que frecuentaba los bares y cantinas muy a menudo, donde él se gastaba el diezmo que le daban en la iglesia, lo que era su único ingreso.

Los gastos, incluido el sitio donde se reunía su congregación y todo lo de la vivienda, eran pagados por Mirna quien le contó a su sobrina que inclusive cuando ella iba a cobrar, él aparecía. Por eso, le dijo, una vez que llegara la jubilación, en un par de años, se iba a separar y dejaría la casa que tanto le había costado trabajo construir.
Pero las violencias no pararon y llegaron las infidelidades, aislarla, prohibirle visitas y amenazarla para que no viera a su familia.
“Ella llegó el momento que decía ‘no soporto mi vida, me duele, no puedo más’”, cuenta su sobrina.
Era septiembre del 2018, cuando a las 2 de la mañana Mariana recibió una llamada de la pareja de su tía, quien le dijo que ella se había caído de las escaleras. Emprendió el viaje de Veracruz a Xalapa (donde su tía vivía) para llegar a encontrarse con muchas contradicciones.
Mirna pasó dos días en el hospital con muerte cerebral y golpes en ojo, nudillos y boca. Esos dos días el agresor se dedicó a contradecir sus propias versiones y a contarle a algunos que él estaba dormido cuando sucedió, a otros mostrarle el sitio y la forma en que supuestamente cayó.
Desde entonces, Juan, cuenta Mariana, se ha dedicado a cobrar la pensión, seguro de vida y vender todas las pertenencias de Mirna.
Por la violencia previa, las contradicciones y muchos más detalles, la familia de Mirna está convencida que se trató de un feminicidio y que él fue quien asesinó a quien era su esposa.
La Fiscalía General del Estado investigó el caso como tal y detuvo a Juan, acusado de feminicidio. Por eso este 10 de marzo lo vincularon a proceso, en una audiencia donde una jueza decidió que si hay elementos para iniciar un juicio en su contra.
“Lo único que queremos y que buscamos y que imploramos es que se haga justicia porque tenemos certeza de que le arrebató la vida” sentencia Mariana.
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