Cannes. ( La Jornada). Diosas, monstruos y acción. Así se puede resumir la jornada de este jueves en el Festival de Cannes, donde Salma Hayek y Charlize Theron deslumbraron: la primera como reina y la segunda como heroína de acción.
El italiano Matteo Garrone se aventura en el mundo de la fantasía y los cuentos infantiles con El cuento de los cuentos (Il racconto dei racconti), una película de reyes, ogros y monstruos en la que brilla Salma Hayek y que fue presentada hoy en el Festival de Cannes.
A pesar de la rica puesta en escena y los maravillosos paisajes, es complicado comprender el salto que el director italiano Matteo Garrone (Gomorra) dio al mundo de cuentos y fantasía que el escritor napolitano Giambattista Basile compiló en Lo cunto de li cunti en el siglo XVI y de donde surgieron los cuentos que hoy conocemos como La cenicienta o La bella durmiente, entre otros.
La cinta recibió una acogida fría entre la crítica, pero el director se llevó un caluroso aplauso en la sala de prensa en reconocimiento a la ambiciosa y arriesgada propuesta de llevar a la gran pantalla la colección de Lo cunto de li cunti.
Monstruos de todo tipo, castillos, ogros y princesas se dan cita en esta película rodada en inglés en la que el director ha querido destacar la modernidad de estos clásicos.
Para ello contó con un reparto internacional en el que Salma Hayek encarna a una reina obsesionada con ser madre y capaz de todo por conseguirlo.
La actriz mexicana animó la rueda de prensa al compartir anécdotas del rodaje como lo pesado que eran los vestidos (todos de más de 30 kilos) y lo difícil que resultaba meterse en ellos o lo «asqueroso» que resultó tener que comer un enorme «corazón» de monstruo. Garrone quería que fuese tan real que a pesar de que le pusieron pasta y caramelo para que lo intentase comer mejor fue «asqueroso», aseguró la actriz.
Fue su hija Valentina, que asistió al rodaje de esa escena, la que le dio la clave de cómo tenía que morder el corazón delante de la cámara sin que se notara que escupía después lo que mordía.
La segunda película mostrada a concurso fue Our Little Sister, del japonés Hirokazu Kore-eda, un especialista en indagar en las relaciones familiares. La historia de tres hermanas que viven juntas desde que su padre las abandonó y a la muerte de éste, acogen a la hermanastra que no conocían, no cautivó a la prensa como anteriores trabajos del cineasta.
Adrenalina, música atronadora y acción, acción sin parar es lo que distingue a Mad Max: Fury Road, la nueva entrega de las aventuras postapocalípticas que el director australiano George Miller lanza hoy en Cannes.
Han pasado tres décadas desde la última vez que vimos luchar a Mel Gibson contra las injusticias. A Miller, que en marzo cumplió los 70, le ha costado 12 años materializar la resurrección de su proyecto más conocido.
El director de The Witches of Eastwick, Lorenzo’s Oil y la película de animación Happy Feet, retoma la saga con una mujer como protagonista, Charlize Theron, y un nuevo actor encarnando a Max, el británico Tom Hardy, que se mete en el personaje que lanzó a la fama mundial a Mel Gibson.
Hardy, que acudió a Cannes con la cabeza rapada, un peculiar bigote y perilla, comentó que no quiso sustituir a Gibson, sino intentar hacer algo nuevo que enlazase con el personaje creado por Miller.
Durante su comparecencia ante la prensa, Miller no quiso pronunciarse sobre si la nueva entrega era una secuela, precuela o sencillamente el renacimiento de la saga. Explicó que se trata de una nueva expansión del mundo Mad Max.
«Nunca escribí las historias con una conexión cronológica«, aseguró el realizador que no descartó de forma tajante seguir con nuevas historias, aunque por ahora se siente como si hubiese terminado de dar a luz y no puede pensar más allá.
La trama de Mad Max: Fury Road gira en torno una guerrera manca y hábil camionera (Theron) que libera a unas mujeres del cautiverio de un líder que las usa para tener hijos sanos en un mundo postapocalíptico donde además el agua se ha convertido en un tesoro imposible de conseguir. En el camino se encontrará con un guerrero solitario (Hardy) con quien alía fuerzas para sobrevivir.
Con este planteamiento Miller construye dos horas de pura acción, con pocos diálogos y una música próxima al Heavy Metal. «Veo esta película como «una novela gráfica larga», dijo el director, que quiso rodar la película con gente real, coches reales y un desierto real, aunque para conseguir ese paisaje apocalíptico tuviese que cambiar los parajes de su Australia natal por el desierto de Namibia.
A pesar de que en los últimos años han ido ganando espacio las mujeres como protagonistas de las películas de acción (ahí está el ejemplo de Juegos del hambre), el hecho de que Theron lidere la trama, no responde a ningún intento de seguir una «agenda feminista», indicó el cineasta, quien simplemente no quería contar cómo un hombre liberaba a las esclavas sexuales de un líder megalómano.
Y los fans de la saga, que se muestra en Cannes fuera de competición, respondieron a la renovación de Mad Max con un entusiasta aplauso. Por el contrario, la primera de las dos películas presentadas a concurso, la italiana Il racconto dei racconti no logró arrancar palmoteo alguno.
En resumen: Mad Max: Fury Road se llevó los aplausos de la jornada, Garrone despertó admiración por el mundo de fantasía que consiguió crear y Kore-eda probablemente tendrá que esperar otro año a llevarse la Palma de Oro.
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