
Minatitlán, Ver.- A través de un mensaje en un regalo que le enviaron hasta su casa, el comunicador Jorge Luis Torres Marcos, recibió dos mensajes velados que podrían amenazar su integridad física, tan sólo por denunciar actos de corrupción de funcionarios municipales.
A través de un mensaje hecho público en redes sociales denuncia lo siguiente:
Día 5 de enero, 9:35 de la mañana.
Una persona toca a la puerta de la casa que habito. Menciona que trae un regalo para mi y me llaman para atenderlo.
Salgo a la puerta, lo veo, se acerca y me saluda: “Buenos días, me envían este regalo para usted”.
No pasa de los 40 años, de 1.65 metros, tez apiñonada, con barba, nervioso.
“¿De parte de quién?”– le pregunto.
“No lo sé, a mi sólo me pagan para entregarlo”– me responde.
Nerviosismo, inseguridad, prisa por retirarse, se incomoda al mirarlo fijamente.
“No recibo regalos así, por favor ábralo para ver su contenido”, -le sugiero.
“No puedo, me lo van a cobrar a mi (sic)”, se queja y empieza a voltear a ambos lados de la banqueta, probablemente esperando instrucciones, probablemente esperando que la calle se encuentre sin movimiento.
Trae la playera de fuera, le pido que se retire y regrese el obsequio a quien lo envió, cierro la puerta.
Cinco minutos más tarde, vuelven a tocar la puerta.
Es un taxista, señala que en la puerta hay una bolsa, me doy cuenta que es la misma que traía el primer enviado.
Meten la bolsa a la casa, decido abrirla y veo el contenido:
Marco de metal con cubierta de vidrio, un recorte de periódico con la inserción de la empresa Pylsa, en la cual se deslinda de algunas declaraciones de su gerente en Minatitlán en las que éste señalaba que le habían clausurado la tienda como una muestra de abuso de poder de Saúl Wade León, tesorero municipal.
Este ha sido el tema que he tratado en Radio Sur Veracruz en días recientes, un negocio clausurado, literalmente extorsionado para cubrir un pago de impuestos. Dimos voz a quien se siente afectado y hemos señalado lo que a nuestro parecer es incorrecto, es nuestro derecho a cuestionar y a disentir.
¿Quién puede ser el responsable de éste hecho?
Saúl Wade León, con la complacencia de su empleado Héctor Damián Cheng Barragán, el que formalmente ocupa el cargo de presidente municipal.
A ambos los hago responsables de mi integridad.
Una hoja blanca impresa con frases incoherentes y el recorte de la inserción serían nada si no se distinguiera, perfectamente doblado, colocado así para ser visto, un recorte de periódico donde se lee:
“Un buen número de personas creen en el mito popular de que morirse durante un sueño significa… que estás muerto”.
Luego agrega:
“Si alguna vez tienes la oportunidad de morir en un sueño, no la dejes pasar”.
Acuso recibo de esta intimidación y de las amenazas veladas.
Siguiendo el protocolo, he enterado a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, ya les dejé claro acerca de quién es el único interesado en que me entere de que sabe dónde vivo, el mismo que se siente con todo el poder y la impunidad para enviar mensajes cifrados y otros más directos.
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