Córdoba, Ver.- – Para el fiscal general Luis Ángel Bravo Contreras, el doble asesinato en Poza Rica, entre ellos un sacerdote, no tiene vínculo alguno con el crimen organizado, por el contrario, se deriva de un pleito pues convivían con su verdugo dentro de la parroquia.
“Se robaron las limosnas y se llevaron dos vehículos, estamos ya con identidades y en víspera de acudir al juez; el asunto está prácticamente esclarecido, nada más estamos en la búsqueda de los objetivos que son probables autores y en constante comunicación con el Arzobispo, hemos platicado con él, está enterado de esta situación”, afirmó Bravo Contreras al reunirse con Aracely Salcedo, representante de familias que buscan a sus desaparecidos en la zona Córdoba-Orizaba.
Enfatizó que se ha esclarecido que las víctimas y los victimarios se conocían, incluso estaban conviviendo y estaban ingiriendo “licor», además de que no eran dos sacerdotes como se ha dicho en medios, sino uno, un sacristán y un auxiliar de la parroquia.
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