Sin castigo ni justicia: 6 años de impunidad para Marisela Escobedo

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Por Cimacnoticias/

Ciudad de México. Hoy se cumple el sexto aniversario del feminicidio de la activista Marisela Escobedo Ortiz, ocurrido en Chihuahua, a las puertas del Palacio de Gobierno. Desde entonces, la impunidad prevalece. Ni la recomendación 44/2013 emitida en 2013 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al gobierno de la entidad, ni los señalamientos internacionales, han logrado que la familia de la activista obtenga justicia.

INICIA LA IMPUNIDAD

Escobedo era enfermera jubilada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y atendía una fábrica de muebles en Ciudad Juárez, de la cual era propietaria. Tras su divorcio trabajó para mantener a sus hijos Alejandro, Juan Manuel, Yesica, Paul y Rubí.

Convencida de que tendrían una mejor vida en Estados Unidos, decidió llevarlos a El Paso, Texas. Durante años cruzó continuamente a Ciudad Juárez para trabajar en el IMSS.

Cuando sus hijos crecieron, regresó a vivir a Juárez acompañada de Rubí Marisol, quien conoció a Sergio Rafael Barraza Bocanegra en la fábrica de muebles de Marisela. La adolescente se enamoró de él y procrearon una niña de nombre Heidi.

Rubí Frayre desapareció de su casa en Ciudad Juárez en agosto de 2008. Allí vivía con su pareja, Sergio Barraza Bocanegra, quien en enero de 2009 desapareció con Heidi (la hija que procreó con Rubí Marisol) debido a la presión continua de Marisela y sus propias indagaciones sobre la desaparición de su hija.

Marisela Escobedo presentó el reporte formal de la desaparición ante la Unidad de Personas Ausentes, Extraviadas y Desaparecidas en Ciudad Juárez, pero ante la inacción de las autoridades, ella misma investigó y logró ubicar, en el estado de Zacatecas, a la familia de Sergio Barraza y con ellos a su nieta, pero no a su hija.

Durante la detención por el delito de sustracción de menor, ocurrida en junio de 2009 en Zacatecas, Sergio Barraza confesó el asesinato de Rubí Marisol, incluso le dijo a los policías dónde quemó y tiró el cuerpo de la joven. Los había tirado en un terreno donde se criaban cerdos.

Pese a ello, su confesión no tuvo validez porque cuando la hizo no estuvo presente un defensor; y el Ministerio Público (MP) sólo pudo presentarla como entrevista.

El feminicida fue absuelto en abril de 2010 y liberado, por lo que el MP interpuso un recurso de casación. Tras la liberación de Barraza, Marisela Escobedo emprendió un camino incansable para obtener justicia.

Inicialmente, Marisela Escobedo llevó sola el caso de su hija, caminaba diariamente desde la Fiscalía hasta la Ciudad judicial, pero tras la injusta sentencia, solicitó al Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) presidido por la abogada Luz Estela Castro, que la representara legalmente y asumiera el juicio de casación correspondiente.

Ambas logaron que el Tribunal de Casación anulara la sentencia absolutoria, emitiera un fallo condenatorio contra Barraza Bocanegra, y ordenara que un nuevo Tribunal de Juicio Oral realizara una nueva audiencia.

Así, los magistrados determinaron que Barraza cometió el delito de homicidio agravado, le impusieron una sentencia de 50 años de prisión, y lo condenaron a pagar una indemnización de 38 mil 390 pesos a su hija. Pero el fallo nunca se ejecutó.

En julio de 2010, Marisela Escobedo volvió a localizar en Zacatecas a Sergio Barraza, y acompañó un operativo de la policía para detenerlo, pero éste se escapó.

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